El Instituto Ceferino Namuncurá reúne, todos los sábado, a los pequeños de los alrededores para una mañana de recreación y talleres, iniciativa que comenzó cuando detectaron que, durante los fines de semana y feriados, el predio de la institución era invadido por chicos de los barrios Ceferino y San Ramón.Muchas veces, estas visitas causaban destrozos, pero lejos de confrontar con ellos, alumnos, docentes y directivos se organizaron para realizar actividades los fines de semana e incluir a estos chicos. Actividad que les valió el reconocimiento de la Fundación Rincón Nazarí, que los distinguió con la “Bandera Verde”.“Los chicos del barrio entraban al predio, rompían el cerco y además ensuciaban el edificio y otras instalaciones del colegio. Hasta tiraban botellas y las rompían en el playón. Vimos que la confrontación no nos llevaba a buen término, entonces buscamos alternativas para trabajar con ellos. El colegio es parte de los dos barrios y los chicos lo único que hacían era buscar un espacio donde recrearse. Entonces surgió la idea de realizar actividades juntos, y los alumnos del colegio respondieron bien”, aseguró Marita Barboza, rectora del establecimiento, a PRIMERA EDICIÓN.Así es que, todos los sábados, de 9 a 11, alrededor de noventa chicos de entre cinco y once años, de los barrios Ceferino y San Ramón se acercan al predio del edificio escolar, donde reciben el desayuno y luego los alumnos del colegio los dividen en grupos y realizan distintas actividades recreativas como algún deporte o didácticas. En cada una de las charlas,estudiantes, docentes y directivos les enseñan los predicamentos de la convivencia social y la vida cristiana, orientación del colegio. Fue esta la actitud que le mereció al instituto la distinción de “Bandera Verde” que entrega la Fundación Rincón Nazarí.De ahí en más, sin problemasBarboza aseguro que “desde que comenzamos con estas actividades no tuvimos más inconvenientes con roturas de cosas o la escuela sucia”, y agregó que “eso nos muestra que es mejor acercar a la sociedad a la institución que enfrentarla. Nos da fuerzas para continuar con estas actividades para el año que viene. “De los mismos alumnos surgió la posibilidad de articular actividades con otras instituciones, como la Comisaria de la Mujer, para que nos brinden charlas”, mencionó.Además, el colegio Ceferino Namuncurá tiene otras actividades sociales y ecológicas. Una de ellas es la de juntar botellas de plásticos y tapitas que se donan al hospital Garrahan en Buenos Aires. También, los alumnos del nivel inicial conformaron una agrupación denominada “Guardianes del Ambiente” y se encargan, desde su ámbito, de cuidar de que no tiren papeles en el suelo. Todo esto sumado a visitas a otras escuelas, como la Escuela Especial 30.
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