Padres, alumnos y docentes del aula satélite de la Escuela 654 de la localidad de San Vicente esperan que el Consejo General de Educación (CGE) les reconozca como escuela autónoma. Las gestiones comenzaron a mediados de este año, en julio, y como no avanzaron tan rápido como esperaban, reiteraron la solicitud en septiembre último. Según confió a PRIMERA EDICIÓN la vicedirectora de la Escuela 654, quien cumple sus funciones de maestra en este aula satélite creado en 2011, Gladis Marquez, "hicimos el seguimiento del trámite dentro del CGE y supuestamente está para el pedido su estudio, pero no obtuvimos todavía ninguna respuesta. No sabemos porqué demora tanto. Cuando pasemos de aula satélite a ser escuela podremos gestionar proyectos y beneficios a los que hoy no tenemos acceso. En la actualidad, funcionamos en un edificio de madera que tiene filtraciones cuando llueve… lo más precario que tenemos son los dos baños que son tipo letrinas", detalló la docente que junto a las otras cuatro maestras que dan clases en el aula satélite organizan permanentemente actividades para juntar fondos para afrontar los gastos de mantenimiento de la escuelita. "Permanentemente hacemos locros, rifas y otras actividades para poder juntar algo de dinero para la escuelita, contamos con un gran apoyo de los padres y de toda la comunidad que acompañaron el pedido pasar a ser escuela que presentamos ante el CGE", indicó Márquez. Más de 120 alumnos El aula satélite está ubicada a unos 1.200 metros de la avenida Kirchner de la localidad de San Vicente. Allí asisten 122 alumnos que van de primero a sexto grado. En 2016, abrirán el séptimo grado. Por la cantidad de docentes, tienen quinto y sexto acoplado y el próximo año se sumará a este plurigrado el último grado de la primaria. "Nuestros alumnos pertenecer a familias de bajos ingresos económicos, mayormente dedicada a la tarefa, changas o empleadas domésticas. La mayoría vive en los barrios aledaños: Las Quintas, San Cayetano y Unido. Nuestro edificio es de madera y una parte de mampostería, fue construido por la comisión barrial. El año pasado se hizo un aula de material pero no se hicieron las terminaciones y está en mínimas condiciones de uso porque filtra agua cada vez que llueve", detalló. El aula satélite no cuenta con patio techado, por lo que si el sol está muy fuerte o llueve, los chicos deben permanecer en la galería. Este año, un señor donó piedras picadas que las maestras desparramaron en el patio de tierra para que no se formara barro con la lluvia."Estamos muy solos los maestros en el mantenimiento de la escuelita, quisiéramos hacer muchas más cosas pero no tenemos posibilidad de conseguir fondos", confió la docente.





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