En un marco de recambio político, en pocos días se tomaron medidas económicas que implican un drástico golpe de timón en cuanto al orden macroeconómico imperante en los últimos años y que plantean cambios que generan fuertes expectativas tanto como interrogantes.Consultado por PRIMERA EDICIÓN, el economista jefe de la Regional NEA del Instituto de Estudios de la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), Gerardo Alonso Schwarz, desbrozó algunos de estos interrogantes y pasó revista a las expectativas de cambio, sus precondiciones y posibilidades, tanto como al legado económico de la década que finaliza, precisando -entre otras cuestiones en debate- el estado de las finanzas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) en el momento del cambio de guardia; las causas de la alta inflación y el elevado gasto público; entre otros. Tras la anunciada devaluación del tipo de cambio, que se concretó el jueves pasado y rondó el 40%, el economista de la Fundación Mediterránea destacó que “la sorpresa de todos es que el tipo de cambio se habría estabilizado en valores menores del que tenía el contado con liqui (14,26), de 14 pesos o un poquito menos”.“Esto es una buena noticia, porque el gran problema es que no se espiralicen los precios, para poder controlar la inflación; claramente va a haber incrementos de precios este mes y el que viene, porque el dólar está en la estructura de costos de varios productos, pero igual es una buena noticia.”, auguró. La devaluación -recordó- “era una medida necesaria que había que tomar, pero es claro que sólamente con actuar sobre el tipo de cambio no es suficiente, se necesitan más medidas; también abrir el cepo fue necesario, pero hay que controlar el ritmo de emisión monetaria, para lo cual se tiene que controlar el gasto público”, advirtió el investigador.Aunque destacó que la reactivación de la economía “pasa por la agenda de la competitividad”, el economista del Ieral resaltó que la modificación del tipo de cambio, “se hizo muy ordenadamente” y observó que en los movimientos del jueves y viernes quedó en evidencia que “había más oferta que demanda, porque seguramente (los operadores del mercado) ya se habían hecho de dólares con otros mecanismos como el contado con liqui, que estaban en un nivel más alto del que preveían”. Alonso Schwarz dijo que seguramente va a haber una demanda de dólares con el aguinaldo y los sueldos de enero, pero estimó que la cotización de la divisa no se elijaría mucho de los valores de estos días, de 14,25 ó 14,50 pesos. “Incluso hubo valores menores, se ha logrado transmitir confianza que es algo que en economía es crucial”, sintetizó. Respecto a la febril discusión sobre la cotización del dólar, uno de los tópicos del debate mediático que acompañó a las últimas elecciones, Alonso Schwarz dejó una definición para la reflexión: “Lo importante no es el valor del dólar, es el valor del peso, recordemos que el objetivo principal en la mayor parte de los países del hemisferio occidental, en los bancos centrales, es conservar el valor de la moneda. Esto implica mantener la capacidad adquisitiva en relación a todos los factores, dentro de lo cual el tipo de cambio es uno más de los elementos a considerar, es muy importante, pero lo central es mantener el valor de la moneda nacional”. ¿Cuál sería el balance de la situación de la economía, mirando a la década pasada y a medidas recientes, como la quita de retenciones y desregulaciones respecto a las exportaciones?Lo más destacable es que, hablando de la economía argentina en su conjunto, en este año nos encontramos con el cuarto año consecutivo que no se generó empleo privado en blanco, el empleo que fue creciendo fue principalmente empleo público, pero las empresas más formales no tenían capacidad de contratar más personal. Es un punto de partida interesante, partiendo que la economía es una ciencia social y tenemos que verla desde el enfoque de cuál es el impacto en la sociedad.Claramente en lo que vamos a tener que hacer hincapié, en lugar del dólar y otras cuestiones, es en la generación de empleo y en el efecto del poder adquisitivo de las personas. Hay necesidad de pensar cómo volvemos a generar empleo privado en blanco. Esto implica empleo de calidad y buenos salarios. En cuatro años no se generó empleo, pero no se ha asistido a una fuerte ola de desempleo.Porque fue absorbido por el empleo público, y en parte el empleo privado en negro, esto nos lleva a un Estado que tiene una voracidad fiscal, es decir una necesidad de recaudar muchos impuestos porque es el único motor de la economía que estaba funcionando. Eso hace que hoy a nivel nacional sólo 75 pesos de cada cien tengan financiamiento legítimo, a través de impuestos; todo lo demás son adelantos del Tesoro, etc. ¿Cuál es la consecuencia de esto?Vemos que eso no es posible de mantener, se plantea un desequilibrio fiscal muy alto que no es sustentable en el mediano plazo, en ese sentido, hay que pensar cómo volver a crecer. Lo que surge como una de las posibilidades más automáticas de crecer sería reactivar los sectores más dinámicos, que son los exportadores. Es por eso -más allá de la necesidad de reservas del BCRA- que una de las primeras medidas del gobierno nacional fue la eliminación de las retenciones. Para hacer más dinámico a ese sector, y también, al modificar el tipo de cambio se busca hacer más competitivas a las exportaciones argentinas. Eso permitirá, seguramente, la entrada de dólares al país, otra manera es atraer inversiones extranjeras, lo cual es posible pero demora en el tiempo, y la tercera es contraer deuda, lo cual también es posible, pero hay que discutir la oportunidad y los efectos; además de en cuanto tiempo llegarían estos préstamos. Pero los grandes desafíos que se generan a nivel nacional pasan, principalmente por la forma de crear empleo, y el otro desafío es la inflación.¿Cómo combatir la inflación y cuál es su causa de que haya una inflación alta?Con los acuerdos de precios, con el dólar planchado, con mercados cambiarios totalmente intervenidos y muy controlados y demás, aún así tenemos una inflación superior al 25% en los últimos meses. Recordemos que la inflación llegó a superar el 30% pero empezó a bajar por la caída de la actividad económica de este año, la cuestión es cómo bajarla, más allá de cuidar el poder adquisitivo de los asalariados, la inflación está generada por la emisión monetaria, en esto hay absolutamente consenso en todo el mundo -salvo en la Argentina y Venezuela- que la inflación esta causada por la emisión descontrolada de dinero. Hay distintos tipos de inflación, de costos, de oferta, etc…En realidad eso es válido respecto a un aumento de c
ostos o de precios en algún sector determinado, si estamos hablando de una inflación que implica al conjunto de los precios -y la definición de inflación es “un incremento generalizado de todos los productos y servicios de un país”- no vamos a encontrar causas microeconómicas, como oferta y demanda, sino que hay causas monetarias. De hecho, a mí me gusta citar, para dar una idea del consenso a nivel mundial sobre esto, a un autor que decía “el aumento generalizado de los precios es generado por una emisión descontrolada del dinero”; y esto, que parece venir de la escuela de Chicago, del neoliberalismo, es Carlos Marx en El Capital.Cuando hablamos de un incremento de precios en algún producto determinado sí podemos encontrar algún elemento de oferta o demanda que genera el aumento de precios, pero si es generalizado, seguramente la causa es monetaria. Y no es casual que si vemos el ritmo de crecimiento de la base monetaria argentina -la emisión- en los últimos doce meses y la comparamos con la inflación, es prácticamente el mismo porcentaje; tienen la misma causa una que otra. Para controlar la emisión monetaria tengo que controlar la forma en que aumenta el gasto público, que no puede seguir creciendo a tasas superiores al 30% anual, porque esto va a generar necesariamente inflación. En los últimos cinco años el crecimiento del gasto público estuvo en el orden del 30 a 35% e incluso al 40% y más en algunos períodos determinados. Entonces tengo que controlar la forma en que crece el gasto público.La clave ¿es bajar el gasto público para parar la emisión y la consiguiente inercia inflacionaria?Aquí tenemos algo interesante, no es necesario bajar el gasto público, con congelarlo es suficiente. Pero debe haber una decisión de congelarlo para que no siga creciendo. También tenemos problemas de crecimiento económico, este año cerraremos con una caída del PBI de aproximadamente el 2% en la Argentina, tendremos que ver las cifras reales que haya, pero serán seguro entre el 1,5 y 3%. Los desafíos son el problema de crecimiento económico y generación de empleo, la inflación y la pérdida del poder adquisitivo de la moneda nacional. Cuando se habla de parar el gasto público, comúnmente se asocia con el achique del EstadoNormalmente se habla de ajuste, y la gente piensa automáticamente en despidos y menor cantidad de servicios públicos y demás; yo no creo que sea necesario esto, creo que sí es posible tener cuentas públicas nacionales muchos más responsables, simplemente congelando el gasto público en algunas áreas que no son tan sensibles. No el gasto social, por ejemplo, no planes sociales, no salarios del personal que depende de Nación, pero sí, por ejemplo, controlar el gasto en subsidios destinados al sector privado, energéticos o de transporte, en la Ciudad de Buenos Aires, que claramente no tienen sentido ni razón de ser, estos subsidios en la zona más rica de la Argentina. Esto en Buenos Aires es por ahí muy poco popular, pero es claro que es raro e inexplicable que alguien que vive en Puerto Madero pueda pagar ¡200 pesos bimenstrales de luz, es ilógico!¿Cómo cree que va a impactar la apertura económica sobre sectores que han crecido con las regulaciones, como el textil, por ejemplo?Ese, sin dudas, es un desafío importante, porque hay muchos sectores que crecieron en el marco de la protección del Estado, el sector textil es uno, el sector mueblero en Buenos Aires, Rosario y Córdoba es otro, y así sucesivamente vamos a encontrar a varios sectores, como el de pequeños electrodomésticos de líneas blancas y demás. En estos casos la solución no es sencilla y pasa por generar apoyos desde el Estado, nuevamente, pero no en la forma de subsidios o regulaciones favorables, sino de alicientes para que sean competitivos. Hay algunas áreas en las cuales claramente nosotros podemos ser competitivos, y necesitamos capacitarnos, necesitamos certificar nuestra producción con un tipo de etiquetas de calidad; pensar en calidad ambiental, en competir en diseño, y en agregado de valor, para no competir por precio. Esto es muy importante porque en un mercado mundial donde la competencia por precios con los países asiáticos es prácticamente imposible, la única forma que tenemos de competir es por calidad. No es fácil, pero tiene una ventaja enorme, que si competimos por calidad tenemos la posibilidad de pagar mejores sueldos medidos en dólares a nivel internacional que si competimos por precios. Este es otro tema latente, hay quienes ven que muchas veces cuando se habla de competitividad se busca competir por preciosSí, es cierto, hay sectores que piensan eso, pero no creo de ninguna manera que sea la forma de competir, porque para competir por precios deberíamos tener que generar devaluaciones realmente increíbles que lleven a que nuestros sueldos sean competitivos en relación a China, India y demás, lo cual es imposible. Por un lado es cierto que el tipo de cambio estaba muy retrasado, pero nunca jamás una estrategia competitiva de inserción internacional puede pasar exclusivamente por el tipo de cambio, de hecho esto lo vemos en Brasil, donde típicamente durante décadas la estrategia de inserción internacional fueron las devaluaciones competitivas, donde cada seis meses se generaba una devaluación que permitía tener los precios para vender en los mercados internacionales. La realidad es que esa no es la forma de competir en el largo plazo, es “pan para hoy y hambre para mañana”. ¿Cómo se explican los últimos aumentos de precios?En las últimas semana creo que lo que ha habido es un sinceramiento de precios que estaban muy atrasados, y como desde el sector privado nacional se vio que se podría escapar a los controles de precios que había habido hasta el momento, se decidió tomar estas medidas de ajustes de precios.La inflación ¿avanzará en los próximos meses?Va a depender de cómo actúe el gobierno nacional, sin dudas una devaluación genera mayores costos industriales en algunas áreas, también por otro lado, si tenemos en cuenta algunos casos de eliminación de subsidios tendremos inflación de oferta; en algunas actividades sí habrá reacomodamiento de precios en varios productos, pero, insisto, de lo que depende que haya inflación o no – en los precios finales e intermedios de toda la economía- es de cuál sea la dinámica de la emisión monetaria, y de cual sea la política monetaria que lleve adelante el Banco Central. Si trabaja como se anunció con metas de inflación, más allá de este reacomodamiento, que ya se está dando entre noviembre y diciembre, tendría que ir controlándose la inflación en los próximos meses. De todas maneras, no creo que se pueda llegar a una reducción de la inflación a niveles de un dígito en unos meses; esto tiene que ser progresivo. Reservas del BCRA en la mira Alejandro Vanoli afirma que dejó el BCRA con reservas por 24 mil millones. Es bueno o malo?Las reservas que informa el BCRA son entre 23 y 24 mil millones, entre dólares, yuanes, etc. El problema es que tenemos una cantidad de componentes, como depósitos del sector privado, de pequeñ
;os, medianos y grandes ahorristas que tienen dólares depositados en los bancos, y de los cuales un porcentaje -los encajes bancarios- están depositados en el BCRA, pero no son del Central, no son de libre disponibilidad. Además, tenemos los tres Swaps negociados con China, que implican un adelanto o préstamos para compras en China; etc. Así como están las cosas, estaríamos hablando de 10 a 12 mil millones de reservas del BCRA?de libre disponibilidad. Otro problema es que el BCRA , para no erosionar las reservas, no les vende dólares a los importadores con importaciones aprobadas. Hablamos de montos importantes, y también podemos mencionar el caso de los exportadores a los que no se les paga. Los 24 millones, en todo caso, no son de libre disponibilidad, por eso el BCRA tiene que actuar, en alianza con el gobierno nacional -a pesar de que en teoría son independientes- para recuperar reservas y poder tener mayor poder de fuego. En este sentido -tomando un país con el que nos comparamos generalmente- Brasil tiene más de 200 mil millones de dólares de reservas. Si bien Brasil es 4 veces la economía argentina, si tuviésemos la misma relación, tendríamos que tener 50 mil millones de dólares de reservas. Y estamos muy lejos de ese número, incluso con las cifras oficiales. Presupuesto y demandas“Hay algunas iniciativas, de hecho hubo obras de infraestructura, pero si vamos a los datos de integración económica, vamos a encontrarnos con que -más allá del comercio de frontera que es muy interesante en nuestra región, y muy movilizador en todas las localidades fronterizas; los volúmenes pasaron de 300 millones de dólares en los 90 a 480 en el último año, no hubo una mayor modificación y de hecho los productos que exportábamos antes son los mismos, no hubo incorporación de valor agregado que es uno de los principales problemas que tiene la Argentina en general y la Provincia de Misiones en particular. Me parece una decisión muy acertada, y desde el Ieral lo veníamos planteando desde hace ya varios años, que el gobierno de Misiones haya creado un Ministerio de Industria. La provincia es la de mayor componente de productos industrializados en las exportaciones del NEA, con lo cual es una muy buena noticia que se haya tomado la decisión de empezar a generar un espacio administrativo estatal, especializado en industria, que hasta el momento no los teníamos”, dijo Alonso Schwarz del Ieral. “En los últimos años el Presupuesto provincial mostró una creciente de aproximadamente el 40%, de 2015 a 2016; pero es difícil saber, este año, si vamos a terminar con una inflación de 27%, lo que nos indicaría que estamos hablando de un crecimiento real del presupuesto de un 13% de un año a otro. Según las comparaciones, no es fácil analizar, porque no hay tanta información, pero según la evaluación que hicimos de la cantidad de recursos presupuestados de la Provincia para 2015, y los que efectivamente recibió la provincia en los últimos 12 meses, este año no debería tener problemas financieros;?porque se habría superado la cantidad de recursos nacionales y tributarios provinciales previstos para este año”, agregó.“El gran desafío es el año próximo, y aquí Misiones ya se dio cuenta hace muchos años de la importancia de una alianza con el gobierno nacional. En estos años, esta es la provincia que más viviendas construyó en el país, únicamente superada por la Provincia de Buenos Aires, lo cual es un dato muy interesante. El desafío es cómo se plantea la negociación de fondos que van por fuera del goteo diario de la coparticipación automática, en un contexto nacional distinto. La provincia tendrá que generar la comunicación necesaria para plantear sus necesidades; los niveles de pobreza e indigencia, sumado a que Misiones es una de las provincias más jóvenes por estructura poblacional, implican una cantidad enorme de demanda de servicios. También la demanda de salud de países limítrofes redunda en mayor gasto público”, finalizó el investigador del Ieral.
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