Cada conflicto que gestiono, ya sea entre vecinos, familiares, empresas o propio, me lleva a pensar en la ilusión de separación como origen y justificación de la conflictividad.Creamos un mundo dual y reforzamos esta creencia con actitudes de separación que son consecuencia de ella, vamos por la vida como si nuestras acciones respecto a otros o al medio ambiente, no impactaran también en nosotros, como si estuviéramos separados de Dios.Tomemos conciencia de nuestro ser conectado íntimamente con todo lo que existe.Pensemos en la máquina de un reloj, si vemos las piezas por separado, probablemente no entendamos nada, no veamos la magia que se produce cuando se ensamblan y funcionan como un todo, cada cual haciendo su parte.Sólo cada uno de nosotros puede hacer el trabajo de ser la mejor versión de sí mismo, porque el universo está incompleto si no lo hacemos. Imaginémonos un engranaje de la máquina de reloj que funcione mal. Probablemente después de un tiempo afecte a las otras partes, todas necesarias para que el reloj sirva a su cometido.En esta época de reflexión, relajemos la mente, abramos nuestros corazones y animémonos a vivir la experiencia de la unidad en la vida. ¿Cómo?.. confiando. Permitamos que el amor que existe en nuestros corazones disipe el miedo y nos permita confiar. Confiar de manera tal de bajar la guardia, de andar sin pretender controlar todo, sin protegernos del mundo exterior, sin tomar precauciones contra el otro. Que nos permita aceptar cada momento tal como es, relajarnos y soltar para que de esa manera las cosas retomen el orden divino.Que ese amor nos permita estar presentes en cada instante de nuestro día y vivirlo como sagrado. Recordando el pasado pero viviendo el presente, un presente donde la presencia de Jesús y la confianza en él nos permitan preparar el futuro siendo más conscientes de nosotros mismos, mejorándonos a cada instante.No se trata de realizar grandes hazañas, se trata de cosas sencillas, Dios nos encuentra en lo sencillo y lo humilde, basta tan solo con recordar cómo llegó su hijo al mundo. Vivamos estos días con profundidad, no nos dejemos llevar por el bombardeo de publicidad, necesitamos ese tiempo para escucharnos activamente a nosotros mismos. Sintámonos uno con el otro, es tiempo de unidad.Si logramos ver desde la unidad desaparecen los conflictos y solo quedan oportunidades de mejorar. Necesitamos la decisión para poner en marcha un deseo! Elijamos confiar. ¡Feliz Navidad! Colabora: Valeria [email protected]
Discussion about this post