Las consecuencias de “El Niño” y las pérdidas que generará en la región dicho fenómeno meteorológico, son incalculables. En los distintos sectores empiezan a sentirse los “cimbronazos” y fueron el turismo y la producción los que primero anticiparon lo que hoy está ocurriendo: merma de visitantes y turistas en fechas claves y de cara a la temporada de verano fuerte, por un lado; por el otro, problemas para sacar los productos desde las chacras por el pésimo estado de los caminos de tierra y posible faltante de algunas frutas y verduras en las próximas cosechas, por el exceso de lluvias.San Ignacio, por su ubicación estratégica dentro de la provincia y su gran potencial turístico, es una de las localidades que mayor actividad desarrolla durante todo el año, porque no depende exclusivamente de una época en particular. Sin embargo, quienes prestan distintos servicios turísticos, empresarios, comerciantes, productores y también autoridades comunales, están muy preocupados por la situación que viven ellos y gran parte de la región, porque las intensas y reiteradas lluvias han provocado daños importantes que condicionan a futuro la economía del sector.“Las repetidas lluvias han empeorado muchísimo los accesos a San Ignacio. Los caminos están prácticamente intransitables, muy feos. El río (Paraná) como también estuvo alto durante mucho tiempo, nos trajo innumerables inconvenientes. Hemos soportado casi 300 mm de lluvia en noviembre y 600 mm en diciembre”, comenzó explicando el intendente de San Ignacio, Esteban Romero, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN. El alcalde pone el énfasis en el tema de los caminos, porque si bien San Ignacio se encuentra sobre la ruta nacional 12, posee muchos kilómetros de rutas de tierra que lo comunican con las colonias y con la costa del río Paraná, donde funcionan las playas de arena, públicas y privadas, muy buscadas por los visitantes. “Hay empresas privadas que desarrollan sus actividades aquí y que llevan sus propias estadísticas de las lluvias y es alarmante la situación porque en dos meses llovió la mitad de lo correspondiente a casi todo el año”, indicó. Romero anticipó que las últimas lluvias caídas en la zona “nos lleva a una situación de emergencia vial y la vamos a tener que declarar, por el estado en que se encuentran los caminos. Si bien los reparamos en el transcurso del año ahora están intransitables por el gran volumen de lluvia”.La playa esperaLa “Playa del Sol” junto al “Club de Río” durante el verano le ganan la pulseada a los históricos lugares como las Reducciones Jesuíticas y la Casa de Horacio Quiroga, en la preferencia de los visitantes. “La Playa del Sol está habilitada desde noviembre, la gente incluso va en buen número cuando el tiempo da tregua, pero nos encontramos con este inconveniente grave para nuestro municipio que es la creciente del río y los caminos complicados para llegar hasta allí”, resaltó el intendente Romero. El gran caudal del Paraná tapó gran parte de la playa, quedando reducida a pocos metros, pero el alcalde no pierde las esperanzas que se normalice la situación. “Esperemos que en los próximos días siga bajando para poder reacondicionarla. El flujo mayor de visitantes ocurre en Navidad, Año Nuevo y durante el mes de enero. Esperemos que nos ayude un poco la naturaleza para poder utilizar este recurso turístico. En 48 horas se acondiciona el lugar, es rápido el trabajo que se puede hacer, pero con este nivel de lluvia que sigue azotando a la provincia es difícil trabajar, hacer un movimiento de suelo, reparar y perfilar las calles, por las pendientes y características del suelo arenoso”.
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