Tanto… para mí, tanto. Tanto me ha dado, tanto he comprendido, tanto he amado y reconciliado.Me he vuelto más humana, más sencilla, más atenta… pero quizás y sobre todo he aprendido el arte de la presencia.Estar presente en todo momento, estar presente en las ausencias, en los silencios, en los dolores y en las alegrías. Porque descubrí que estar presente es estar vivo, vivo completamente. Vivos conscientes, plenos, animándose a vivir, a estar, a experimentar. Aprender de uno mismo y de los actos de los otros. Aprender a sonreír, a ser solidarios, a tender una mano, a no criticar, a saber esperar y por sobre todo, aprender a verme en el otro que es igual a mí… Entonces, si todos somos uno, si todos estamos viviendo, experimentando, aprendiendo ¿cómo hablar o señalar sin señalarme?Gracias, que este año que pasó me cubra con su manto de protección y no me permita olvidarme de lo aprendido. Que el año que comienza me reciba con su bendición sabiendo que lo aprendido será para mejor, para ponerlo en práctica y transformarlo en acciones de buena voluntad. Ponerlo en práctica para seguir creciendo y sobre todo… para seguir amando.Que cada aprendizaje nos traiga la debida recompensa y yo pueda así seguir transitando en este mundo haciendo algo bueno con lo que me tocó.Que cada acto de buena voluntad se pueda multiplicar y así cada uno de nosotros pueda ser tocado por el acto de buena voluntad de otros. Que podamos formar la cadena de amor y luz para que llegue la era dorada en la tierra. Para que cada hermano pueda vivir en la igualdad y no pase dolores ni necesidades… Deseo que este año entrante, cada uno de nosotros pueda dar lo mejor de sí para el otro, sabiendo que el dolor de uno es el de todos… Así, de a poco, ir sembrando cada día, cada semana, cada mes, cada año construimos el cielo en la tierra.Colabora: Patricia [email protected] Facebook: Patricia Monica Couceiro 376-4433051
Discussion about this post