Llamado de atención

Las fuertes inundaciones que se vienen produciendo en las últimas semanas, con epicentro en las provincias de Entre Ríos y Corrientes y un número récord de evacuados, y que también se hacen sentir en Misiones, tienen un origen común en el fenómeno conocido como "El Niño", de carácter cíclico y comportamiento impredecible, cuya influencia en la región se sentiría al menos hasta el invierno del año próximo, según un informe de la Entidad Binacional Yacyretá.El sitio de noticias de Corrientes Momarandu.com informó el lunes que de acuerdo a la comunicación de la Eby, el caudal promedio del río Paraná en Yacyretá durante diciembre asciende a 28.400 m3/s, por lo que se ubica como el segundo mayor registro en los últimos 115 años. El mayor registro es del año 1982 con 29.000 m3/s.Por el estado de las aguas lo verificado hasta el presente en este último trimestre de 2015 debería “considerarse como un indicador que sugiere un fuerte llamado a la atención de cara al año 2016”, sobre todo considerando lo sucedido durante los años 1983 y 1998, signados por crecientes de gran magnitud y duración, advirtió el informe. La entidad sugirió, ante el complicado panorama climático que refleja el crecimiento de las aguas en las cuencas hidrológicas de la región, “la observación permanente de la evolución de las variables asociadas con el fenómeno denominado “El Niño”.El diagnóstico que estimó una intensificación del fenómeno para los próximos meses llama a una reflexión que, en rigor, excede esta consideración técnica, ya que el impacto de El Niño en la región se inscribe en una situación caracterizada por las crecientes transformaciones del clima generadas por el llamado Cambio Climático; basado en la emisión de gases contaminantes a la atmósfera y  que provoca una alarmante suba de la temperatura terrestre. No es ocioso recordar que El Niño, básicamente una alteración de las corrientes marinas, surgió en el Pacífico debido al calentamiento de las aguas. Su presencia, y los estragos que provoca en la región le da la razón a quienes advierten que el Cambio Climático es una realidad  de la que es imposible aislarse, y que exige no sólo medidas puntuales de mitigación de sus efectos, sino una toma de conciencia más que urgente.