La desinformación a la que se sometió al tema de la captura de los hermanos Martín y Cristian Lanatta y de Víctor Schillaci dejó descolgados también a la vicepresidenta Gabriela Michetti, al exgobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a la procuradora General Alejandra Gils Carbó, al jefe de Gabinete Marcos Peña y a una larga lista de dirigentes del PRO que se apresuraron a celebrar la noticia de la triple captura y a destacar la importancia del “trabajo en equipo”.La realidad, conocida por la tarde después de tuits celebratorios para llevar agua hacia el molino propio o para desacreditar el de la vereda de enfrente, les pegó un cachetazo a todos. Cada uno de ellos habló de la captura de los tres prófugos y no dejaban dudas del episodio. El más perjudicado, por jerarquía, ha sido el presidente Macri. Algún ministro o funcionario le acercó la noticia y el jefe del Estado se apresuró a felicitar a su “equipo” y habló de “la captura de los prófugos”. “Felicito a todo el equipo y a las fuerzas de seguridad por la captura de los prófugos. El trabajo en conjunto fue fundamental”, escribió el jefe del Estado por Twitter. Quién le informó y de dónde sacó la información serán motivos de durísimos pases de facturas.El papelón demuestra un altísimo grado de improvisación y la descoordinación que impera en el Gobierno.Minutos antes de las 21, la ministra Bullrich dio la versión oficial de lo ocurrido. Para el Gobierno, la detención de Martín Lanatta y no de los otros dos fue “un éxito importante” y deja a la población “más tranquila”.Sobre la desinformación habló de “pistas falsas” que buscaron dar “más tiempo” a los otros prófugos y dijo que el hecho será investigado.Esas “pistas falsas” dejaron en evidencia las falencias de las fuerzas de seguridad y de la Agencia Federal de Inteligencia que derivaron, nada más y nada menos, en hacer incurrir en un papelón al Presidente de la Nación Argentina. Previamente, el periodismo también quedó descolocado a lo largo de una jornada interminable, con informaciones cruzadas, silencios y desmentidas.Sin embargo, la amplia variedad de fuentes confirmaba la información hasta pasado el mediodía. Las declaraciones presidenciales, ministeriales y judiciales ratificaban la noticia: finalmente, se había capturado a los tres prófugos luego de trece días y dos tiroteos.Las primeras noticias surgieron antes del mediodía por parte de la policía santafesina. Se había detenido a Martín Lanatta. Desde esa fuerza, se informó sobre la segunda detención, la de Cristian Lanatta. Las fuentes policiales de esa provincia fueron las primeras en comunicar el cierre del ciclo con la captura de Víctor Schillaci.La velocidad de la información hizo que se cruzaran esos datos con los mensajes de los funcionarios y políticos dando por confirmada la triple detención.Gabriela Michetti fue la primera y la más eufórica en hablar: “Acabo de hablar con la gobernadora de la provincia de Buenos Aires para transmitirle mis felicitaciones y mi admiración por haber capturado a los prófugos”, resaltó a través de Twitter. “Es muy importante que en nuestro país por fin se comience a trabajar en serio para combatir el narcotráfico”, abundó. “Una mención especial a la policía de Santa Fe que ha sido tan criticada y sin embargo tiene gente tan profesional y eficaz!”.“También felicito a Eugenio Burzaco y muy especialmente a nuestra ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, por su colaboración en esta tarea”, y acotó luego: “¡Felicitaciones a Ritondo también!”. No se olvidó de nadie. Sólo faltaba que los prófugos estuvieran detenidos. Vidal, también celebró: “Es el primer paso” en la “lucha contra el narcotráfico y la corrupción”.Incluso, se armó una reunión entre Vidal, Bullrich y el ministro de Seguridad provincial, Cristian Ritondo (quien en vísperas de Año Nuevo ya tenía “cercados” a los prófugos) y se anunció una conferencia de prensa para las 15 junto a Burzaco. Marcos Peña se sumó a los homenajes: “Felicitaciones a Pato Bullrich, Mariuvidal, Cristian Ritondo por el profesionalismo y el trabajo en equipo”.Otras confirmaciones concretas estuvieron a cargo de Bonfatti: “Mi reconocimiento a los hombres y mujeres de la Policía de la provincia de Santa Fe que capturaron a los tres prófugos”.En tanto, el gobernador Lifschitz abundó: “Buen trabajo de la Policía de Santa Fe para atrapar a los prófugos”.Bullrich llegó a decir que en el Gobierno estaban “muy contentos” y que Macri se sentía “orgulloso”.Eso fue antes de que se confirmara oficialmente, unas siete horas después, que sólo Martín Lanatta estaba detenido. En el medio, silencio de radio. El primero en reconocer la verdad fue el jefe de la Policía de Santa Fe, Rafael Grau: “Martín Lanatta es la única persona detenida en este lugar”.Luego lo hicieron el juez federal Sergio Torres y el jefe de la Policía Federal, Román di Santo. “Siguen siendo buscados por las cuatro fuerzas federales y la policía de Santa Fe”, dijo por los otros prófugos.Hasta la Procuración General, en su página oficial, informaba bajo el título “Capturaron a los tres prófugos”, que “efectivos de la Policía de la Provincia de Santa Fe capturaron esta mañana a Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci en la localidad santafesina de Cayastá, ubicada a unos 80 kilómetros de la capital provincial”.Con la verdad a la vista, la Procuración borró la noticia.Macri se había impuesto tres metas al asumir la Presidencia de la Nación el 10 de diciembre pasado, hace menos de un mes: “pobreza cero, derrotar al narcotráfico y unir a los argentinos”. De los tres objetivos, el que explotó con fuerza a los pocos días fue el tema de la droga y las vinculaciones que existen entre los narcos y el poder.Lo ocurrido hoy y el ridículo en el que quedaron las autoridades, demuestra que la herencia recibida no se limita sólo a lo económico, sino también al entramado delictivo que reside en las estructuras del Estado.Este escándalo se convirtió, también, en un fuerte llamado de atención para las administraciones macristas a nivel nacional y bonaerense respecto a los desafíos que tienen por delante en la materia.La interpretación que hacían antes del papelón en la Casa Rosada demuestra el error conceptual con el que enfocan la cuestión: “Esto es una causa policial, son tres tipos que se escaparon de una cárcel y es, en todo caso, consecuencia de 30 años de degradación”. Por: Julio Behrensen (especial para la agencia DyN)
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