Así como se multiplican las propuestas para consumir en el tiempo de vacaciones, también existe una inmensa mayoría de personas, que no pueden acceder a tantas oportunidades que el mundo moderno nos presenta. Es bueno entonces, reflexionar sobre la importancia del descanso y del ocio para renovarnos y regenerar tantas fuerzas que están en nuestro interior. En este sentido, la sociedad moderna, suele centrar mucho del tiempo de descanso llenándolo de elementos tecnológicos que no hacen más que agotar la mente -con todo tipo de videojuegos, películas, programas televisivos, herramientas tecnológicas, etc. En el caso de muchos niños el tiempo de vacaciones sólo cambia de lugar, pero la rutina tecnológica sigue siendo la misma.Sin desmerecer las grandes ventajas que nos trae el mundo tecnológico, es bueno que en este tiempo de receso tratemos de dirigir y orientar este espacio de ocio como una oportunidad de verdadero descanso y crecimiento. Son muchos los frutos que el ocio nos ofrece, pero en especial poder utilizar el tiempo como uno lo elige. En este sentido algunos psicólogos nos recuerdan que “el ocio consiste en un conjunto de ocupaciones en las que el sujeto puede disfrutar de su tiempo libre para descansar, divertirse, aumentar su conocimiento o mejorar sus habilidades de forma desinteresada o para incrementar su participación voluntaria en la vida de la comunidad tras dar una tregua a sus obligaciones profesionales y sociales”. Es un periodo privilegiado para vivir y compartir desde la libertad. Más allá del lugar de descanso que se elige y el tipo de actividad que realicemos, es un momento para priorizar las ocupaciones libres y alejadas de cualquier imposición. La verdadera transformación personal es posible solamente desde la libertad interior, la que más se fortalece en estas etapas donde uno tiene más tiempo para estar con uno mismo. Si no atendemos este aspecto, podremos después de unas largas vacaciones terminar más agotados que nunca.Ojalá que estos tiempos de descanso sea una oportunidad para vivir y compartir desde la libertad interior sacando lo mejor de cada uno.Poe eso todo tiempo de vacaciones es una valiosa oportunidad para seguir aprendiendo y creciendo. Los cambios de rutina, de ambiente etc., nos ayudan a desestructurarnos y adaptarnos a nuevas realidades y entornos sociales que es siempre un gran aprendizaje. Aunque muchos de los centros deportivos se encuentran cerrados en estos tiempos, es una ocasión para crecer en tantos valores sociales y personales que nos ofrece el deporte, alejándonos de tantos vicios y aislamiento provocado por los aparatos tecnológicos de la sociedad moderna, presentándose la posibilidad de entrar en contacto con nuestros pares. Las actividades deportivas adecuadas serán constitutivas del ocio, siempre que estos deportes impliquen una transformación educativa personal. Por encima de todo, a menudo el ocio y el descanso tienen que ver con la manera que uno percibe la misma realidad. Toda actividad o lugar puede regalarnos el descanso que necesitamos en función de nuestra actitud positiva para vivir las cosas sencillas con una gran pasión y entusiasmo. Tiene que ver mucho con lo espiritual. Que estos meses de verano sean una oportunidad para seguir fortaleciéndonos como personas y creciendo en familia desde la libertad y que se pueda potenciar tantos dones y talentos que Dios nos ha regalado.P. Juan RajimónMisionero del Verbo Divino
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