La decisión de encadenarse en el ingreso del Hospital Escuela de Agudos Ramón Madariaga de Ricardo Ferreyra y Jorge Antonio Godoy, en reclamo de mejores condiciones de trabajo y una definición sobre su situación laboral encontró a un grupo de enfermeros unidos, dispuestos a contar situaciones casi impensadas para cumplir con los pacientes y, nada más y nada menos que su juramento.“Preservar la vida por encima de intereses personales. Ser siempre profesional en la atención a pacientes. Mantener la armonía, discreción, el respeto y la cooperación con los integrantes del equipo de salud. Brindar trato amable y considerado a pacientes y a sus familiares. Respetar al paciente como persona única e indivisible en toda circunstancia. Prepararse continuamente, actualizarse y desarrollarse, si se considera que tiene en sus manos el don más preciado del hombre: la vida”, son sólo algunas de las premisas con las que se mueven estos profesionales de la salud y por las que es indispensable su presencia en los nosocomios, sin embargo hoy por hoy se entienden poco valorados.Es que los pedidos (porque dadas las características de lo que solicitan no puede hablarse de reclamos) son para asegurar la buena atención de los pacientes. “Termómetros, tensiómetros, guantes… son elementos de primera necesidad con los que muchas veces no contamos”, aseguran enfermeros autoconvocados.“Muchos colegas compraban cajas de guantes y los traían, gastaban dinero de sus bolsillos para seguir brindando la atención. Se organizaban vaquitas y las enfermeras compraban jeringas, barbijos o lo que faltara. Y esta situación se da porque el servicio de Farmacia funciona las 24 horas, pero al carecer de coordinador o jefe de Enfermería, en Farmacia no te hacían entrega de los insumos. Todo pasa por cuestiones normativas”, explicó Ricardo Ferreyra.Y añadió que “la atención al ser humano, a la persona que está a cargo de los enfermeros, nunca se dejó de brindar, diferentes áreas de atención, terapia intensiva, internación, emergencia, cuidados clínicos, nunca carecieron del servicio de Enfermería, siempre se buscó la manera de cumplir con el paciente, incluso con dos enfermeros por turno con más de 28 habitaciones y dos camas por pieza”.El enfermero mencionó además que “existe una normativa nacional que determina la cantidad de pacientes por enfermero, a mayor complejidad del paciente, mayor demanda de atención, por lo que en terapia intensiva, por ejemplo, se necesita un enfermero por cada dos pacientes. En terapia intermedia será un enfermero para tres pacientes, pero acá ocurre que un enfermero atiende trece o catorce enfermos, no se tiene en cuenta el nivel de complejidad, sin embargo incluso en condiciones infrahumanas, los enfermeros nunca dejaron de brindar atención”.Y a toda esta situación se suma lidiar “contra un modelo precario y represivo de trabajo, que en estos tiempos consideramos que es lo más retrógrado que hay, ya pasamos un proceso histórico donde este modelo falló, se demostró que es inefectivo, y lo quieren mantener”, aseguró Ferreyra.Y destacó que “el contrato que nos dieron el año pasado era por tiempo determinado, desde el 1 de enero al 31 de diciembre, el de este año es igual, con la novedad de que en este no figura el monto de sueldo a percibir por el trabajo a realizar, lo que nos parece gravísimo, porque no permite a los colegas estar al tanto de lo que van a cobrar ni intentar iniciar paritarias con la institución”.





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