Tras el parte oficial del pasado martes donde no se dieron números pero se habló de un “amesetamiento” de casos, Walter Villalba, ministro de Salud Pública de Misiones, informó que son 22 los casos confirmados de dengue en toda la provincia y que aumentaron a 490 los sospechosos. A su vez señaló que no han aparecido “casos graves, como tampoco muertes” en la provincia, y aseguró que “no hay epidemia de dengue en Misiones”.Las declaraciones a Radio República fueron la confirmación oficial de que aumentaron los casos de la enfermedad que trasmite el mosquito Aedes aegypti. Villalba insistió en que “no hay epidemia de dengue en Misiones”, pero sí un “brote esperado” por las condiciones climáticas que sufrió la provincia. “Con el fenómeno de El Niño sabíamos que íbamos a tener tres meses de lluvias intensas y que los casos iban a aumentar”, aseguró.Volvió a remarcar que en la zona circula el Den 1 que “tiene pocas chances de tener un cuadro hemorrágico o grave” y afirmó que “siempre preocupa que haya una paciente fallecida cercana a nosotros”, en referencia a la joven oriunda de Foz de Iguazú que falleció el pasado lunes debido a la enfermedad.“Estamos atentos a que no circule otro tipo de virus del dengue en la zona”, manifestó. Para ello, Villalba, informó sobre la conducta epidemiológica de toma de muestras a uno de cada diez sospechosos, para la detección de otros virus (zika y chikunguña) o de otros serogrupos (2, 3, 4).Villalba había afirmado en varias ocasiones que la cepa que circula en la provincia es “la más leve”, por lo que “la mayoría de los casos se tratan de manera ambulatoria. La enfermedad es autolimitada, más allá de los síntomas. La persona debe ser medicada con paracetamol, y hacer reposo”, manifestó el funcionario.Preocupación en los vecinosMientras tanto, se suceden los operativos de limpieza y descacharrización en toda la provincia con la intención de evitar la proliferación del vector a través de la eliminación de todos los ambientes donde se reproduce. En Puerto Iguazú continúan los trabajos de fumigación, una de las ciudades que también tiene casos confirmados y es frontera con Foz de Iguazú, que ya registró una muerte por dengue. En ese marco, los vecinos de los barrios Las Cañitas, Altos del Paraná, 25 de Mayo, Primero de Mayo, Cataratas, Florida y San Juan se reunieron para debatir sobre la problemática del dengue en la ciudad de las Cataratas. Los referentes barriales consideran que las autoridades de Salud Pública todavía “no tomaron dimensión de la gravedad de la situación” y que a pesar de las cifras difundidas oficialmente, estiman que el número de enfermos es mucho mayor de acuerdo a los conocidos en estado febril. Ellos calculan que existen más de dos mil casos confirmados y denunciaron a las autoridades por no dar a conocer la cantidad real de casos, porque consideran que “exponen a vecinos y turistas a esta grave situación”. Según informó el sitio digital Nacional Puerto Iguazú, los vecinos autoconvocados piden que “se declare emergencia sanitaria en Iguazú” y no descartan medidas de fuerza y corte de acceso al área Cataratas en reclamo por la situación. Montecarlo es otra de las localidades donde preocupa el avance de la enfermedad. Vecinos de dicha ciudad estiman que son veinte los casos confirmados de dengue sólo en Montecarlo, en contraposición a la versión oficial de Salud Pública. La situación en ParaguayEn el departamento de Itapúa, el más próximo a la provincia de Misiones, fueron registrados 39 casos de pacientes con dengue mediante el test rápido y existen 129 personas que tienen síntomas de padecer la enfermedad, según informó el diario ABC Color. De acuerdo con la jefa del Departamento de Epidemiología de la VII Región Sanitaria, Nancy Villamayor, los distritos más afectados son Mayor Otaño y la comunidad de Naranjito del municipio de San Rafael del Paraná. La mayoría de los pacientes con síntomas leves guardan reposo y están en aislamiento domiciliario. En tanto, se prescribe la internación en los casos que pueden derivar en complicaciones por distintas razones, sean personas con enfermedades crónicas, “para observación o para garantizar la hidratación y estabilizar la presión arterial”, explicó Villamayor.
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