Con la propuesta de rever la ordenanza “Música Viva” diseñada y proyectada hace algunos años por un grupo de músicos y productores culturales, artistas de esta ciudad se sentaron el viernes en una mesa de diálogo con la Municipalidad, convocada por la secretarias de Gobierno, de Salud, Turismo y Control Comunal. El encuentro se produjo a raíz de las recientes clausuras a locales de Posadas con oferta regular de “recitales en vivo”, y que ahora hizo que se vuelvan a discutir conceptos como “ruidos molestos” y “altos decibeles”.Para dar una perspectiva más amplia de lo se discute -y que responde a uno de los argumentos centrales de los artistas locales- también estuvieron invitados, entre otros expertos, el arquitecto e ingeniero de sonido de La Bersuit, Marcelo Alejando Mileti, y Javier Acosta, responsable -quizá- del 95% de la oferta musical que se exporta a la ciudad y la provincia.Mientras que Mileti explicó desde su formación profesional que “para que los locales o boliches puedan cumplir con los decibeles, que actualmente exige la normativa local, estos deberían tener construcciones semejantes a un centro cultural, cosa que no responde a la arquitectura de un lugar de estas características”, dijo. “Por otro lado, el tiempo de toleración a los altos decibeles es de dos horas, aproximadamente para que no perjudique la salud, (los recitales no duran más que eso) y que es una cuestión que hay que tenerla en cuenta antes de clausurar un local porque un vecino los denunció por ruidos molestos. Además -por como son las edificaciones de las viviendas- que no cumplen con el diseño para amortiguar los sonidos, a cualquiera que viva cerca de uno de estos lugares le va a parecer que la banda que está tocando lo hace en su habitación”, enfatizó. De su parte, el productor Javier Acosta, cuestionó que “pese a que hay voluntad de traer bandas y que la Comuna esto también le favorece y quiere propiciar, aquí no hay plazas para recitales porque todos los clubes están inhabilitados por ‘ruidos molestos’, entonces ¿cómo nos ponemos de acuerdo para generar actividad artística, principal atractivo para el turista y miles de posadeños para no importunar al vecino. La ley debería adecuar la cuestión, no cerrar las alternativas”, argumentó. El músico Gervasio Malagrida, quien recientemente cuestionó duramente desde su cuenta de Facebook algunos accionares sobre las clausuras municipales, indicó que “quienes viven en cercanía de los boliches debería preocuparles mucho más el descontrol que se arma en las veredas por el consumo de alcohol u otras sustancias, que por el músico que se está auto-generando un espacio para trabajar”.“Queremos poner blanco sobre negro en algunas cuestiones, que el artista trabaje en buenas condiciones y que tampoco corra riesgos el público, así que pretendemos que la Municipalidad que nos convocó a este encuentro revise una ordenanza aprobada en el Concejo Deliberante pero que nunca se pudo poner en vigencia porque fue devuelta para hacer correcciones”.Joselo Schuap, otro referente de MPM (Músicos Populares de Misiones) agradeció en nombre de sus pares la convocatoria y pidió rever la ordenanza, mencionada más arriba, aprobada pero que nunca se pudo poner en vigencia. Esto es una cuestión política que tiene que ver con una ciudad que busca ser destino turístico y cultural”, graficó. Acuerdos y controles previos“En esta reunión esperamos trazar los primeros acuerdos. Va a tener continuidad, reconocemos que la ordenanza no se puede cambiar por ahora, pero vamos a establecer criterios, adecuar metodología y comunicación”; dijo en la reunión el secretario de Gobierno Fabián Florentín. De su lado, la edil Natalia Giménez se propuso en un trabajo de posible revisión de la norma en el próximo período legislativo.
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