La documentación es valiosa y puede ser la punta del ovillo para llegar a los sectores más encumbrados de la organización criminal más poderosa de esta región de la provincia, considerada históricamente como “frontera caliente”. Es una radiografía para entender cómo se maneja; cómo está estructurada y los montos de la mercadería que trafica, en una actividad ilícita en la que se entrecruzan el contrabando de vehículos robados; el tráfico de cigarrillos ilegales y el narcotráfico.Quizás como nunca, aparecen indicios sólidos respecto del pago de sobornos a una fuerza de seguridad, en este caso un sector de la Policía paraguaya, para hacer la vista gorda al contrabando de cigarrillos y de drogas.En los papeles aparecen como “Poli Py”. Las sumas en dinero que se manejan allí son astronómicas, en una especie de contabilidad doméstica, clandestina como la actividad que registra, que se lleva día a día.Por ejemplo, cuando se señala el rótulo de “punta” se hace alusión al conductor del coche que va adelante del vehículo que lleva el cargamento, limpiando el camino para avisar si asoma un control policial o de alguna fuerza de seguridad federal.También aparecen otras denominaciones, como “campana” u hombreador, cada una con los montos que reciben por cada trabajo.Para tener idea de los números que maneja esta organización, hace tres años abonaba, según los números asentados, 1.400 pesos a policías de la vecina orilla por cada cargamento que dejaba pasar hacia la Argentina.El registro de pago es diario, por lo que es comprensible imaginar que hay actividad todos los días. Otro dato interesante es que también aparecen envíos a San Javier, Panambí y El Soberbio.Justamente, son rutas por las que suelen sacar mercadería -básicamente cigarrillos- hacia Brasil. La comercialización ilegal de coches de alta gama, por lo general con denuncias por robo en otros puntos del país, también figuran en las columnas contables.Por lo general, son recibidos o entregados como parte de pago por mercadería ilegal. Es de esperar que esta documentación llegue a manos de la Justicia Federal. Entre los nombres que aparecen estarían, justamente, los de los tres hermanos buscados tras el enfrentamiento a tiros con la Policía.Invitados "vip"Fuentes a las que este diario tuvo acceso contaron una confidencia suscitada tiempo atrás, camino a Colonia Oasis, donde los referentes de la organización criminal más poderosa de Jardín América efectuaron una fiesta a la que habrían asistido funcionarios gubernamentales y de la Justicia Federal.El caso, obviamente, pasó casi inadvertido en el contexto de un territorio donde el contrabando y el narcotráfico imponen los códigos del silencio, so pena de consecuencias inimaginables.Que la gente siente temor es más que comprensible, pero que las autoridades judiciales, a cuya competencia corresponde investigar este tipo de delitos, miren para otro lado y hasta participen en reuniones con los que deberían perseguir, resulta inadmisible.Es el momento político ideal en la lucha contra el narcotráfico y los delitos de frontera. En este sentido, Jardín América y otras regiones de la provincia hace años están relegadas; es hora de una verdadera acción contra estas bandas.
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