Si los héroes existen, Leyla Cardozo (30) sin dudas lo es. Desapegada de las buenas prácticas en las relaciones humanas y dueña de métodos no muy ortodoxos, es la responsable de que un sinnúmero de perros que eran víctimas de maltrato animal fueran rescatados y dados en adopción a familias responsables. Sostiene su misión con su propio trabajo de comerciante y con la ayuda de voluntarios, además, tiene una guardería de perros para cuando sus dueños se van de vacaciones. Asegura que la única manera de acabar con el maltrato animal es con el compromiso de toda la sociedad y aplicando multas a los infractores. No recuerda en qué momento de su vida empezó a descubrir su vocación por ayudar a los animales, pero fue en los últimos años que redobló su compromiso hasta denunciar en la Justicia a los que maltratan a sus mascotas. Consultada por PRIMERA EDICIÓN acerca de cómo fueron sus inicios en esto de rescatar perros, respondió: “No me acuerdo cómo empecé, pero siempre lo hice, en medida de mis posibilidades, sólo que ahora me dedico mucho más porque me hace feliz. Para poder vivir soy comerciante, pero lo que me gusta hacer es estar con los animales, no existe nada más lindo que la mirada de un perrito que era callejero o víctima de maltrato cuando es adoptado por una familia”. No se considera rescatistaNo se considera rescatista, pero hace todo lo que puede para rescatar a un perro, y es una tarea que hace todos los días, sin feriados, sin horarios, sin importar el lugar, sin importar el costo: “La mayoría de las personas que deja que sus mascotas lleguen a muy mal estado niegan su responsabilidad, te dicen no pude, yo traté, lo llevé al veterinario o tiene todas las vacunas, pero la realidad es que no hicieron nada por el animal y te das cuenta cuando le hacés preguntas, porque no saben cómo responder. Ahí es cuando te maltratan, te insultan, te amenazan y algunos te echan por meterte en su vida, como dicen, pero lo que no entienden es que el maltrato animal está penado por la Ley 14.346, y yo los denuncio, cuando tienen que ir declarar recién se toman en serio la cosa”, expresó. Leyla es conocida por la policía local y por la Justicia, muchos colaboran con su trabajo, tiene realizadas varias denuncias e incluso una denuncia por amenaza de muerte a un hombre que vino hasta su casa a insultarla y amenazarla. Además, los vecinos la tienen como una referente y es permanentemente requerida para intervenir en hechos de este tipo.Antes golpeaba la puerta y si era necesario la pateaba, o saltaba un muro para rescatar a un perro que lloraba bajo la lluvia, pero en este último tiempo cambió sus métodos: “Tengo que hacerlo legal, tengo que hacer bien las cosas, antes no me importaba porque yo no estoy haciendo algo malo, los que están haciendo algo malo son ellos, por eso hacía lo que fuera necesario para rescatar a un perro, ahora modifiqué mi forma y trato de hacer las cosas bien, sin violar ninguna ley porque el problema es que vos rescatás un perro hoy, y esa misma familia mañana trae otro y el problema se repite, y no podés hacer nada si no tenés el respaldo de la Justicia, por eso me esfuerzo en proceder siempre de manera correcta”, contó. Otra de las particularidades del trabajo de esta valiente mujer, es que trabaja sola: “Es muy difícil trabajar en equipo porque siempre las personas tenemos distintas formas, se arman las discusiones y siempre se hace muy difícil, yo soy más de la acción, me gusta la concientización, pero tiene que ir de la mano de la acción. Colaboro con varias organizaciones, pero casi siempre trabajo sola con la ayuda de voluntarios que me colaboran con lo económico, con medicamentos, o con lo que se necesita para los perros; como los hogares que se ofrecen para tránsito y también hay padrinos que se encargan de los gastos de algunos rescatados, además se venden cosas, se hacen ferias y así se va en el día a día, expresó. “Se niegan a ayudar a su mascota negando los problemas”Uno de los aspectos más tristes de este trabajo voluntario, según nuestra protagonista, además de los perros en mal estado, es ver cómo sus propios dueños se niegan a ayudar a su mascota, negando los problemas y despreciando la ayuda. “Nunca te llama la persona que necesita, siempre es un vecino que te avisa y en la mayoría de los casos los dueños no se hacen cargo, el perro puede estar re mal, pero igual te niegan y te dicen que lo llevan al veterinario, que tiene las vacunas y todo el verso, pero son mentiras porque estás viendo que el perro está muy mal, a veces agusanado, con garrapatas, anémico o atado con alambres de púa en el sol, igual te niegan, y dependiendo del caso te corren y te insultan”.Asumir responsabilidadesUno de los aspectos que favorece a que este tipo de flagelos persista, es la falta de compromiso por parte de la sociedad: “Los vecinos que te ayudan o te pasan el dato te piden que no los menciones, quieren ayudar al perro, pero no se quieren comprometer para hacer una denuncia, la mayoría no quiere tener problemas con sus vecinos y quieren que hagas todo vos y que tengas vos los problemas, ellos no, y este es un problema muy grande porque frena mucho la erradicación del maltrato animal”.Layla cree que este problema se podría solucionar si al compromiso comunitario se le suma la aplicación de ordenanzas que multen a los infractores: “Con el compromiso de los vecinos a la hora de denunciar el maltrato animal y la aplicación de multas para los infractores esto se puede solucionar”, opinó.Su propia familia caninaTiene cuatro perros propios, además de los que tiene en su guardería, que pueden ser hasta diez ya que la gente le confía sus mascotas cuando se van de vacaciones; no obstante, siempre está dispuesta a salir de urgencia para atender a un perro.Va en su moto y se lo trae a su casa, le saca las garrapatas, los gusanos, lo baña y luego se lo lleva a algún veterinario amigo que le hace un precio económico y en cuotas. Apegada a los animales, alejada de las personas, afirma que la gente es muy inhumana, y por eso prefiere pasar más tiempo con los animales, pasión que no se limita solamente a los perros. Respecto al respaldo político o municipal dijo que “hay cero apoyo político y de la Municipalidad, todos se llenan la boca hablando, pero nunca hacen nada, esa es la realidad al menos en Puerto Rico”.
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