El año comenzó muy duro con respecto a las víctimas de los accidentes de tránsito que se registran en rutas nacionales y provinciales dentro de Misiones.Si se toma la cantidad de fallecidos en estos lamentables hechos, podemos afirmar según el registro que lleva PRIMERA EDICIÓN que hay hasta el 24 de enero un muerto por día. Demasiadas vidas se nos fueron por errores, omisiones y ya no sólo por culpa del destino.Son pocos los turistas foráneos a la tierra colorada que han sido los protagonistas de los luctuosos episodios sobre los caminos. Un gran porcentaje de la responsabilidad es de los propios automovilistas. Los que van apurados y no salen con el tiempo suficiente para llegar a un determinado evento social o familiar. Los que salen sin el auto o la camioneta en condiciones de transitar poniendo en riesgo la vida de sus ocupantes y de terceros que van por el mismo camino. Los que realizan maniobras peligrosas sólo por aparentar generando tragedias. Los que no descansan lo suficiente para tener todos los sentidos en alerta cuando manejan.Y la lista podría seguir con decenas de situaciones que se viven cotidianamente y que son evitables, como la muerte misma.Pero también es responsabilidad del Estado provincial y las comunas, no sólo instalar radares que recaudan fortunas, sino poner a controlar los tramos donde más accidentes hubo en las últimas semanas. La sola presencia de efectivos de la policía provincial o la Gendarmería hace que los conductores disminuyan su velocidad y circulen con menor ansiedad de llegar a destino a cualquier precio, incluyendo la vida propia, las de sus familiares o amigos que lo acompañan en el vehículo. Un verano que está a punto de cerrar un enero para el olvido. Ojalá no sea “contagiosa” su estadística.
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