Desde hace unos ocho meses no se vislumbran movimientos en la obra del acueducto que permitirá abastecer a la localidad de Jardín América con agua del río Paraná. Desde el anuncio de la construcción, en febrero de 2014, las tareas se concentraron en sólo seis kilómetros de los quince que separan a la toma de Colonia Oasis de la planta potabilizadora, en la zona urbana de Jardín América, pero no fueron concluidas. Nadie sabe a ciencia cierta los motivos de este parate aunque trascendió que a la empresa Grippo, adjudicataria de la obra, no le abonaron la totalidad de los certificados correspondientes al abono de los materiales.Ernesto Faccendini, gerente de la Cooperativa de Servicios Públicos de Jardín América Limitada, recordó que la necesidad de construir el acueducto se originó a partir de una gran sequía que se registró en 2009 y que abarcó a buena parte de la provincia. Varios arroyos se secaron, entre ellos el Tabay, que es del cual se abastece la entidad. “Vimos que en determinados horarios del día no alcanzaba el caudal del arroyo y no cubría la demanda de producción de agua de la localidad”, dijo. Entonces, decidieron encarar el proyecto para traer agua desde el Paraná, y a partir de ese momento se iniciaron las reuniones con distintos funcionarios del Gobierno provincial. Así, se licitó una primera etapa, que fue anunciada en febrero de 2014 durante una conferencia de prensa realizada en la sede comunal. Incluía la estación de toma de captación, en Colonia Oasis, lindante al destacamento de Prefectura Naval, y un primer tramo de seis kilómetros de cañería de impulsión, de 500 milímetros de diámetro, y de polietileno de alta densidad. Según Faccendini, este tipo de cañerías, específicamente diseñada para soportar esas presiones, se hace a pedido y a medida, no está a disposición para la venta. Eso demandó un tiempo desde el anuncio hasta que realmente se comenzó a ejecutar la obra, entre seis y ocho meses. “Luego avanzó un poco por la dificultad del terreno, se detuvo, y lo último que supimos es que está parada porque la empresa no cobró los certificados”, expresó.Aclaró que “no tenemos acceso al presupuesto exacto pero se había comentado que andaba en el orden de los 47 millones de pesos, que incluía esa primera etapa. Luego se iba a licitar una segunda etapa -que aún no se hizo- para complementar los nueve kilómetros restantes hasta llegar a la planta potabilizadora actual. Lo que incluía el proyecto, dividido en dos etapas, era una estación de toma con la instalación eléctrica, la bomba, los motores, líneas eléctricas porque no existe potencia necesaria, los transformadores, y todo el acueducto hasta la planta potabilizadora”. Hasta el momento se acopiaron los seis kilómetros de cañerías y se enterró la mitad (tres kilómetros). Fueron salteando las partes más difíciles donde hay muchas piedras y aunque trajeron los equipos para triturarlas, tuvieron dificultades. “Trascendió que la empresa no siguió trabajando porque no le pagaron la totalidad de los certificados en lo que respecta al acopio de materiales, que tienen un costo importante. El costo más significativo en ese tipo de obra es el material, no tanto la mano de obra que se va haciendo con una máquina y con un grupo pequeño de obreros”, confió. El puntapié inicialEn febrero de 2014 se suscribió el acta de inicio de las obras del proyecto “Toma en Río Paraná e Impulsión hasta Planta Potabilizadora”. El anuncio fue efectuado por el administrador del Imas, Joaquín Sánchez, acompañado por la senadora Sandra Giménez; el intendente, Oscar Kornoski; el presidente de la Cooperativa, Enrique Rubén Albornoz, y el titular del empresa constructora adjudicataria de las obras, Gerardo Grippo. La primera etapa consistía en la estación de toma sobre una balsa flotante y seis kilómetros de cañerías de impulsión. El plazo de ejecución previsto era de doce meses y daría inicio en marzo del mismo año.En un principio estaba prevista una toma flotante, pero con el paso del tiempo sufrió modificaciones. “Durante una creciente vinieron a inspeccionar y como el caudal era muy importante se dieron cuenta que era prácticamente imposible o muy problemático establecer una planta flotante. En ese momento decidieron que tendría que ser una toma fija. Eso también significó una modificación del proyecto original y una modificación en los costos. No sabemos las cifras pero sabemos que fueron modificadas, que no es la misma inversión. Por lo tanto era necesario conseguir recursos para poder hacer la obra. Con la inflación los precios quedaron desactualizados y la obra tuvo que ampliarse”, subrayaron. FundamentalEstá previsto que el “Niño”, que por estos días produce abundantes lluvias sobre la zona, se retire en abril, seguido de una escasez de precipitaciones. “En la sequía de 2009 teníamos un 30 o 40% menos de cantidad de conexiones. O sea que si llega a producirse una falta de agua similar a la de ese año con la llegada de ‘la Niña’, no la vamos a pasar muy bien. Así que se hace necesario que para la próxima sequía tengamos más cerca la posibilidad de contar con agua desde el Paraná. Es fundamental, es importante para Jardín América. Estamos con siete mil conexiones, además de las canillas públicas, lo que significa una demanda importante. Estamos trabajando entre 200 mil litros por hora en consumo promedio, que en verano es un poco más. Hay una demanda importante de la ciudad que sigue creciendo. Todos los años se van agregando entre 300 y 400 conexiones nuevas. Los años en que se producen entregas de barrios de viviendas, disparan un poco la cantidad de demanda”, explicó Faccendini.Posible solución para otros municipiosEl presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa de Servicios Públicos jardinense, Rubén Albornoz, confió que si bien el presupuesto es manejado por el Instituto Misionero de Agua y Saneamiento (Imas), la cooperativa pidió participación para colaborar con la inspección. “En el acta está firmado el compromiso de colaboración, pero no tenemos acceso a lo que significa la parte económica. Solamente a opinar, a avisar cuando hay alguna zanja abierta, cuando hay alguna cuestión que nos parece que no está bien terminada. La colaboración en la inspección, es la figura. Una vez que esté concluida la obra, se harán las pruebas hidráulicas y deberá estar funcional para que podamos recibirla”, señaló. Manifestó que la empresa tuvo inspecciones del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa), por lo que el organismo nacional “está en conocimiento de cuál es el estado de avance de la obra. No tenemos acceso a eso pero sí sabemos que de pronto se desfasó el presupuesto que estaba previsto con relación al costo real de la obra. Tendr&aacut
e;n que gestionar el financiamiento”. Hace diez días las autoridades de la entidad mantuvieron un encuentro con el vicegobernador (Oscar Herrera Ahuad) en ocasión de una reunión con todas las cooperativas de agua. “La nuestra informó sobre ésta situación”, acotó. A su entender, es una obra que esta prevista para el futuro. “Hoy por hoy, salvo excepciones de momentos de mucha sequía, el arroyo Tabay nos abastece, pero es una obra que está pensada para Jardín América en crecimiento. Inclusive para utilizar parte del agua para riego en Colonia Oasis que es una zona de producción en pequeñas chacras. También para el agua potable de la zona urbana de ese municipio. El proyecto de Parque Industrial también esta previsto que se radique en esa zona. La fábrica de almidón de la cooperativa de productores yerbateros se encuentra en las proximidades y tiene necesidad de agua. Momentáneamente se está abasteciendo de un arroyo chico y de una perforación. En un futuro se buscará extender a pueblos cercanos. Es que Jardín América se va extendiendo sobre todo hacia Hipólito Yrigoyen, y es probable que tendremos que estar abasteciendo con esa agua a esa población”, concluyó.
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