Las lluvias que se repitieron en la región durante el último semestre, como consecuencia de la corriente climática de “El Niño”, desnudaron algunos problemas nunca resueltos por el Gobierno nacional y que ahora -al menos- empiezan a exponerse, como el caso del municipio isleño de Apipé Grande, cuyas autoridades se reunieron el último lunes con el consejero por Corrientes ante la EBY, el ingeniero Marcelo Gatti, en busca de algún tipo de medida que ayude a paliar la difícil realidad, por obras que jamás se concretaron a pesar de la elevación de la represa hidroeléctrica a su cota máxima. Entre los principales puntos se volvió a exponer la urgencia de ejecutar la defensa costera, que evitaría los prejuicios ocasionados por la última crecida del río Paraná.La intendenta de la Municipalidad de San Antonio, Mónica Romero, estuvo acompañada por el presidente del Concejo Deliberante, Ramón Romero, los ediles Mario González y Felicito Domínguez y el secretario, Alejandro Mburayá. Los mismos expusieron ante Gatti el convenio firmado en mayo de 2015, con tres artículos principales en el que se refleja la necesidad urgente de avanzar en la construcción de los 17 kilómetros de defensa costera para Apipé, tomando como referencia un proyecto elaborado por la Facultad de Ingeniería de la Universidad de La Plata. En la oportunidad se planteó la necesidad de reparar la ruta que une los distintos parajes de la isla, como así también otras obras necesarias.“El ingeniero Gatti nos escuchó atentamente, sobre las obras que se necesitan y que por diferentes motivos nunca se concretaron. Hay buena voluntad de parte de la EBY y del Gobierno de la provincia, que conocen nuestra situación, por eso tenemos la esperanza de que empiece a revertirse la situación en la que estuvimos durante mucho tiempo, es decir, sin ser escuchados por el Gobierno nacional y sufriendo los problemas de las inundaciones, por ejemplo”, apuntó la intendenta Romero.En la reunión también hubo un compromiso de la EBY de entregar al municipio una retroexcavadora y un tractor con acoplado, en el transcurso del corriente mes. Asimismo está prevista una visita de Gatti a la zona costera afectada por las últimas crecientes del río Paraná.“Hoy estamos más tranquilos. Luego del descenso del Paraná, poco a poco fuimos retomando las actividades que teníamos en la isla. La máxima preocupación siempre fue la zona rural porque había quedado aislada de la parte central, que es donde se concentran todos los organismos y se atienden las cuestiones de salud, los trámites y el mismo aprovisionamiento. Recién la semana pasada empezaron a cruzar nuevamente, pero el camino está destruido, y lo están haciendo mediante un tractor”, resaltó la intendenta de San Antonio. En cuanto a las pérdidas en la producción como consecuencia de las crecientes, Romero dijo que “fueron totales. No les quedó nada, deben empezar de cero”.Asistencia a los damnificadosPor otro lado, para paliar las consecuencias de la creciente del Paraná y el Uruguay, que afectó a gran parte de Corrientes en diciembre y enero último, el Gobierno de esa provincia continúa trabajando para brindar asistencia a las localidades que sufrieron mayor impacto. El ministro de Producción, Jorge Vara remarcó en una de las últimas reuniones con representantes de diversos municipios que habrá financiamiento para pequeños productores a través del Centro Federal de Inversiones (CFI) y una línea especial del Banco de Corrientes.Una de las opciones es el crédito de hasta 100 mil pesos que ofrece el CFI, que otorga un año de gracia y luego se devuelve el dinero en 36 cuotas sin interés (esto sería para el segmento comercial más pequeño). Mientras que para los medianos y grandes comercios habría dos alternativas a través del Banco de Corrientes que destinará 150 millones para créditos: una es por pérdidas materiales y la otra por lucro cesante. Aún resta definir el porcentaje de la tasa que subsidiará el Gobierno provincial como así también el tiempo de gracia, se estima que serían seis meses.
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