El intendente interino de Garupá, Raúl Armando Ripoll, declaró el estado de emergencia sanitaria, energética, de seguridad, de salud, educación, ambiental y epidemiológica, ante la precariedad y escasez de todos los servicios provinciales. Asimismo, declaró la emergencia económica y social, por la insuficiencia presupuestaria.Argumentó que la falta de energía es un castigo permanente para los comercios y hogares ya que la variación de tensión ocasiona la quema de artefactos eléctricos de alto costo de reposición, que la empresa Emsa no reconoce a los usuarios. Sobre el servicio de agua potable indicó que sigue siendo insuficiente y discontinuo. Barrios como Santa Clara, Santa Inés, Horacio Quiroga, entre otros, continúan sin suministro de Samsa, lo que impide resolver integralmente la problemática de la salud. Respecto a este punto, explicó que el hospital de Fátima carece de los mínimos recursos e insumos aunque se trate de emergencias. La estructura edilicia requiere de mantenimiento y reconstrucción.Debido a la escasez de profesionales y paramédicos, los centros de Atención Primaria de la Salud atienden a muy pocas personas. Los pacientes llegan a pedir turno desde las primeras horas de la madrugada. Los programas de salud municipal no se pudieron sostener por la falta de fondos, agravada por la deuda de más de un millón de pesos que el Ministerio de Salud Pública de la provincia mantiene con la comuna por el Programa de Administración Primaria de la Salud, desde 2014. A pesar de no haber recibido ayuda para combatir el mosquito transmisor del dengue, el municipio inició, con pocos elementos, una lucha desigual y denodada contra la epidemia.En materia educativa, el Gobierno provincial prometió la construcción de nuevas escuelas que hasta el momento no se concretaron. Los establecimientos existentes no cuentan con estructuras edilicias y logísticas para satisfacer la demanda, especialmente para los de la sala de 4. Más de tres mil alumnos viajan a diario a Posadas, perdiendo más de tres horas en el traslado.Entre otros tantos putos citó la afectación de más de tres mil hectáreas por parte de la EBY, que no fue resuelta convenientemente. Están inconclusas las obras del balneario municipal (falta de energía, agua contaminada, invasión de palometas), el parque industrial y de transferencia de cargas, tratamiento de cuencas hídricas (cloacas, asfalto y cordones cuneta).
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