La ley tiene vacíos legales en materia de violencia de género que ni la Justicia halló la forma de tapar. Uno de esos aspectos guarda relación con la manera de garantizar el cumplimiento de las medidas judiciales tendientes a proteger a las víctimas; como las órdenes de exclusión de hogar o de prohibición de acercamiento.La imposibilidad de cumplir con esa premisa, clave para reducir los altos índices de violencia contra la mujer, devienen muchas veces en crímenes alevosos.Por fortuna, no fue este caso que, sin embargo, encendió la luz de alarma para el futuro.Un hombre de 49 años, identificado como Jorge G; irrumpió en la casa de su exmujer y después de tumbar la puerta a golpes, le abrió la cabeza de un machetazo. Ocurrió el domingo pasado, a la 1, en una vivienda del barrio Villa Lhor, cuando la víctima dormía con sus hijos menores.Angélica Soledad tiene 39 años, diez menos que su atacante. Fue trasladada de inmediato al hospital Samic de Oberá, donde recibió ocho puntos de sutura y deberá someterse a un prolongado proceso de rehabilitación.Tras la correspondiente denuncia, radicada el mismo día 31 en la Comisaría de la Mujer, dependiente de la Unidad Regional II, los investigadores montaron un operativo de localización y detención.Finalmente, dieron con el sospechoso. El procedimiento se llevó a cabo el martes, alrededor de las 15. Tras su captura, el irascible fue alojado en la comisaría seccional Segunda, a disposición del Juzgado de Instrucción 2 de Oberá.A esa altura de las circunstancias, los investigadores habían secuestrado ya el machete con el que el hombre lesionó a la mujer de 39 años.De acuerdo con el informe aportado por la Policía de Oberá, el detenido tiene antecedentes por violencia de género.Incluso, la prohibición de acercarse a su familia. Pero nada le importó ni lo detuvo el domingo pasado; porque aquel vacío legal persiste y parece no encontrar solución.El planteo radica en ¿cómo garantizar que el atacante no vuelva a acercarse a la víctima? ¿Cómo hacer respetar y cumplir con ese dictamen?No trascendió si el detenido fue trasladado al Juzgado de Instrucción 2, a cargo por subrogación legal de Marta Arrúa.Jorge G. está acusado de los delitos de “lesiones, amenazas y desobediencia judicial”, consignó el parte de prensa oficial.
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