Se habla mucho en estos días de la venta de sapos para combatir el dengue; inclusive está viralizado como “alternativa” la compra de éstos anfibios en páginas web de negocios, donde los comercializan hasta por 120 pesos. Para el biólogo del Conicet, Matías Pandolfi, consultado a ese respecto por PRIMERA EDICIÓN “la venta de animales silvestres por Internet está mal desde el principio, pero es mucho peor creer que es una manera de combatir la proliferación del mosquitos Aedes aegypti” analizó.“Hay que tener cuidado con darle difusión en los medios masivos sin la debida aclaración, porque en muchas publicaciones parece hasta que los están avalando. En estos días pasa que escuchas “dengue, dengue, dengue” todo el día, entonces aparece uno que te vende un sapo para hacer control natural del mosquito, la cosa empieza a tener demanda y ya dentro de poco en Argentina vamos a tener “sapos blue”, ironizó el doctor en ciencias biológicas.“Estas cosas distraen y no hay que distraerse. Lo que hay que hacer es eliminar los criaderos, el agua estancada donde prolifera el mosquito, no tomar una medida individual de comprar un sapo para tenerlo de mascota en el jardín. Si nos ponemos a mirar comercialmente desde que se expandió esta epidemia se han aprovechado comercialmente de la gente en todos los sentidos (en alusión a los altos costos de los repelentes). En este caso comprarte tu propio sapo para protegerte del dengue en el patio de tu casa, hasta es ridículo si uno se pone a pensar. Lo saludable es pensar en métodos de prevención colectivos”, evaluó el hombre. “El mayor problema que trae esto es que estamos hablando de cualquier cosa, y terminamos sacando de foco lo importante que es eliminar el agua estancada de los domicilios. Te terminas comprando un sapo al que vas a tener que ponerle agua y ahí vas a tener mosquitos hasta que te aburras”, ironizó el especialista. “Por ahí hasta tener un sapo parece simpático pero lo que uno puede ver en la web sobre los precios de venta hasta parecen absurdos, pero ves que la gente se compra sapos para combatir a los insectos, mientras que mata a las arañas de las casas, que consumen mucho más insectos”, deslizó. “Si lo tenes en un patio, pero si no tiene tierra o un pequeño estanque el bicho también se va a morir. Puede llegar a subsistir en el patio de una casa donde se lo críe de una manera mas o menos natural, pero tampoco se va a poder reproducir porque para eso necesita agua y si se le genera un estanque y ahí empezamos de nuevo con los mosquitos”. También indicó Pandolfi: “Suponiendo que lo de tener un sapo ayude, va a servir sólo para controlar a los mosquitos adultos, pero no a las larvas. Los renacuajos son herbívoros con lo cual no se van a comer las larvas del estanque y te vas a estar generando vos un criadero propio, con lo cual el peligro que querías manejar va a ser mayor. Ni que hablar de lo peligroso que es manipular un sapo, porque tienen veneno en la piel y agarrarlos con la mano te pueden generar problemas de salud en las córneas, por ejemplo”, enumeró el biólogo. Otra cosa a tener en cuenta es que si están en cautiverio se pueden volver mucho más agresivos de lo que son en estado salvaje. Control “natural”Pandolfi también se refirió a una posible hipótesis de lo que pudo haber pasado a las poblaciones de sapos, que han disminuidos notablemente: “así como en meses recientes hubo mortandad de peces, pudo haber habido mortandad de renacuajos. Ahí puede haber un elemento más para ver qué pasó con el control natural de los mosquitos”.
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