Aprendamos a dialogar

Si bien mucho se habla sobre “diálogo”, se sabe y se practica poco. La palabra tiene poder creador y destructivo a la vez, el diálogo bien entendido tiene esta capacidad de transformar para avanzar y generar consensos. Bien practicado es constructivo y preserva la relación entre las partes.Dialogar es razonar con otro, pensar en forma conjunta para lograr acercamientos, es sentir la reciprocidad, en la que es tan importante decir como escuchar. Para tener un buen diálogo, que nos permita el encuentro con el otro, son necesarias ciertas condiciones:1 La voluntad es un requisito indispensable en tanto y en cuanto las partes estén convencidas que el diálogo permite una mejor convivencia de manera tal de estar dispuestos a traspasar la validez de sus propias visiones.2 Si bien el diálogo supone una discusión entre quienes tienen puntos de vista diferentes, el conocimiento y reconocimiento de cuestiones en común son claves para una mejor comprensión mutua y así lograr la receptividad. El afán de comprender es indispensable para que se produzca la transformación que permite un diálogo bien llevado. 3 Es importante concretar o especificar el tema a cerca del cual se dialogará, no sólo para conocer las ideas del otro sino para promover visiones conjuntas respecto a una cuestión puntual.4 Otro punto importante es eliminar en lo posible los malentendidos. Se trata de minimizar los riesgos del conflicto y hallar el mejor modo de traspasar las fronteras entre hablante y el oyente. Para ser eficaz el diálogo debe versar sobre un terreno común5 Reconocer las diferencias y el pluralismo en tanto dialogar no significa renunciar a uno mismo para complacer al otro. 6 Buena fe, respeto y confianza son elementos que no pueden faltar, como en todo proceso colaborativo.En cualquier comunidad existen conflictos no resueltos, aprender a dialogar es el camino para resolverlos. Generar plataformas y procesos de abordaje dialógicos para tratar las preocupaciones compartidas nos permitirá lograr la transformación democrática de los conflictos. Dialogar es sembrar la paz.ColaboraValeria [email protected]