Confió en que su sobrino no podía mentirle y menos aún traicionarlo para robarle su camioneta. De todas maneras esto habría ocurrido ya que bajo engaños y presuntas amenazas de peligrosos sujetos con intenciones de matarlo, debía entregarle la camioneta.La víctima, un comerciante de 68 años, estaba trabajando en el fondo de su propiedad, en el barrio Punta Alta, revisando plantas, limpiando el predio y planificando nuevas actividades en el lugar.A las 14.30 lo sorprendió su sobrino de 43 años, con un relato desesperado: “Dame las llaves de la Ecosport (Ford) hay dos personas apuntándonos para matarnos si no les doy la camioneta”.Dirimir la suerte entre un automóvil y la vida de su sobrino fue un argumento determinante, al que no opuso resistencia y entregó las llaves.Desde ese momento, las sospechas comenzaron a germinar en la víctima, ya que su sobrino se subió y partió con el rodado con rumbo incierto.Esperó por varias horas, intentó ubicarlo por teléfono móvil, pero no había señales del hombre de 43 años, y mucho menos de la camioneta.Recurrió a la Policía, y a partir de los datos aportados el sospechoso fue ubicado -a las 19.30- y trasladado a la comisaría de Garupá. Allí habría vuelto a sostener la hipótesis del robo, pero con el detalle clave de señalar la zona donde los asaltantes habrían ocultado el vehículo.El operativo fue amplio y, a las 23, el vehículo fue encontrado dentro de un taller mecánico en el barrio Ñu Porá, sobre calle Irupé en Garupá.Allí las excusas de los tiradores y asaltantes se habría desvanecido por completo, porque el propietario del lugar habría remarcado que no guardó el vehículo con intenciones delictivas, habría sido llevado hasta allí por el presunto sobrino timador, quien continúa detenido bajo disposición del juez de Instrucción 7, Carlos Giménez.La Ecosport quedó bajo custodia de la Policía y realización de los peritajes respectivos a su devolución.
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