Los caciques tuvieron la oportunidad de hablar en forma directa con la nueva funcionaria, a la que plantearon una agenda de reclamos vinculados a “necesidades que tenemos las comunidades de San Ignacio y del resto de la provincia”, precisaron los caciques; esperanzados en lograr, a partir del relevo de autoridades en el Ministerio, “una participación efectiva para tratar las necesidades de nuestro pueblo que son muchas y son grandes”.La buena voluntad que demostró la ministra en el encuentro pareciera ser un paso adelante respecto al accionar de las autoridades en los últimos años, en los que la política del Gobierno se canalizó no sólo por medio de la cartera provincial de Derechos Humanos, de más reciente creación, sino por la Dirección de Asuntos Guaraníes. La lista de reclamos de los caciques, de la que se trasluce un alarmante estado de marginación y abandono de las comunidades originarias, legitima y le da carácter de urgente a la demanda de mayor participación de los líderes guaraníes, al tiempo que deja entrever graves falencias en la política desarrollada hasta el presente por los organismos citados. El desconocimiento expresado respecto al funcionamiento y elección del Consejo de Ancianos y Caciques, por ejemplo, es señal de que en la gestión oficial no se respetan mínimas reglas de transparencia. Las demandas sugieren, además, que aunque se dictaron leyes incentivando la integración, no se atendieron cuestiones básicas que son esenciales para lograrla, como el acceso de todos los niños a la educación y de todas las comunidades el agua potable.
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