Trabajadores de la Radio de la Universidad se volvieron a encontrar este comienzo de año con modificaciones en la programación y en las condiciones laborales, las que fueron resueltas de manera arbitraria, unilateral y violentando el convenio colectivo de trabajo que rige para el sector No Docente de las Universidades Nacionales, sector al que pertenece el plantel de técnicos y profesionales de la comunicación de este medio. “Las autoridades de la emisora resolvieron este año profundizar el proceso de vaciamiento de contenidos críticos y el cierre de espacios para el abordaje de problemáticas locales con el tiempo y la profundidad que los acontecimientos lo ameritan. Profundizando así también el proceso de persecución política y hostigamiento laboral del que somos víctimas, particularmente y con especial animosidad las mujeres que integramos este plantel, desde la llegada a la coordinación del Lic. Hernán Cazzaniga. El hostigamiento contra nuestras compañeras consta en presentaciones realizadas ante el gremio Apunam”, destacaron los comunicadores en las presentaciones que realizaron formalmente este martes ante las autoridades de la Universidad y ante los representantes gremiales.Las modificaciones fueron notificadas el pasado jueves y debían entrar en vigencia este lunes, suprimiendo horarios a ciclos que apenas se habían reanudado. Lo mismo ocurrió con el programa Escenarios que hasta el año pasado podía escucharse de lunes a viernes de 15 a 17, el lunes 15 de febrero arrancó con sólo una hora de 15 a 16.“El presente documento tiene por objeto comunicar al personal de la Unam que desempeña funciones de producción de contenidos en FM Universidad las pautas establecidas por la coordinación general de Unam Transmedia para la programación de la grilla de contenidos de la temporada 2016 de la radio Universitaria”, dice la circular distribuida a los trabajadores donde además se consignan cambios de horarios, reducciones de ciclos radiales, asignaciones de funciones y tareas muchas de ellas de menor jerarquía de las que venían cumpliendo periodistas, licenciados en comunicación social, locutores y productores.“Los trabajadores de la Radio de la Universidad, integrantes del staff permanente, con trayectoria visible en los medios y años de compromiso con la construcción de nuestro medio, con formación específica en el campo de la comunicación no hemos sido consultados para ninguna de las modificaciones introducidas año a año de manera arbitraria en la programación”, lamentaron.Los espacios están siendo cubiertos con trabajadores contratados, algunos afines a la gestión política del rectorado y otros simplemente precarizados que están en peores condiciones para reclamar o para exigir respeto de condiciones laborales.Permanente falta de respeto al oyentePrimero fueron los cinco meses fuera del aire entre septiembre del 2013 y marzo del 2014, la caída de la antena que precipitó la mudanza de la radio al campus de la universidad, también la enmudeció por un tiempo extremadamente largo, a pesar de las alternativas varias que los propios trabajadores les presentaron para que se pudiera transmitir hasta tanto se resolvieran los problemas técnicos o se reemplazara la antena.Los oyentes no fueron advertidos de la situación, un día la radio se calló y los programas, con sus conductores, formatos y temáticas desaparecieron. Después vinieron años de improvisación en la grilla de programación, de pérdida de decenas de producciones propias aportadas por diversos actores de la comunidad, los que habían otorgado una particularidad única a este medio. A la llegada de Cazzaniga más del 80 por ciento de la programación era de producción propia, con contenidos locales, regionales. Hoy se debe apelar a grabaciones aportadas por Aruna –Asociación de Radios de las Universidades Nacionales- a Radio Nacional, o sucesivas franjas musicales para suplir el silencio de esas voces.“Además de las afectaciones a nuestras condiciones laborales, a nuestras trayectorias profesionales y a nuestra libertad de expresión, la medida atenta contra el derecho humano básico que tienen los ciudadanos de acceder a información necesaria, particularmente en este contexto: despidos, recrudecimiento de la criminalización de la protesta, emergencias en seguridad que habilitan mayor arbitrariedad de las fuerzas de seguridad, inflación, recorte de programas sociales. Coyuntura que se completa con un mapa de corporaciones mediáticas avalando y/o reclamando estas medidas. Es en este contexto que los profesionales de este medio , comprometidos con nuestra comunidad desde hace años, esperábamos ampliar nuestro espacios con mayor pluralidad, más programas para el abordaje de las temáticas que no tendrán en otro medio visibilidad o serán tratadas desde una sola mirada, la oficial”, advierten.Organizaciones sociales, gremios, referentes de derechos humanos, oyentes, ya manifestaron su solidaridad con los trabajadores y no descartan medidas para sumarse al reclamo del cese del hostigamiento laboral, la persecución política, la violencia de género y se recuperen los espacios recortados.
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