Es el sueño del pibe. De los pibes. De muchos. De cientos a lo largo y ancho del país. Uno de ellos, lo hizo realidad. Juan Manuel Rossi tiene quince años y en estos días está viviendo momentos emocionantes y de muchos cambios: pasó de vivir sus días en el Hogar de Día de Puerto Iguazú a entrenar en las inferiores del Club Crucero del Norte, donde los entrenadores conocieron sus aptitudes, su esfuerzo, la historia de vida del adolescente y decidieron brindarle la oportunidad soñada por muchos chicos de su edad. Lo mejor de todo es que este sueño… recién empieza. Juan, junto a su hermana y hermano mayor, fue uno de los primeros admitidos en el Hogar de Día de Puerto Iguazú, que abrió sus puertas hace un año y medio y depende de la Subsecretaría de Atención Integral Comunitaria de la Niñez, Adolescencia y Familia.La situación de vulnerabilidad social de la familia Rossi hizo que los profesionales trabajaran de manera integral con todos los integrantes de la misma. De a poco, Juan se volvió más comunicativo y colaborador con sus pares y los tutores de la institución. La tarea no fue fácil, pero con paciencia se logró una buena adaptación y respuesta de todos los integrantes de la familia. La tiene atadaJuan siempre se destacó por su espíritu futbolero. En Iguazú formaba parte del Club Tacuarí, donde jugaba de volante central. Las ganas y las aptitudes, así como el esfuerzo por conseguir sus objetivos, demostrado primeramente en el secundario Bachillerato Polivalente 23, llevaron a que el licenciado Ricardo Romero, trabajador social del Hogar, hiciera los primeros contactos con el Club Crucero del Norte. La respuesta de los entrenadores y responsables de inferiores del club fue inmediata. Juan comenzó a entrenar y a adaptarse a todos los cambios que se venían. Seguir su sueño de jugar al fútbol significa vivir en Posadas, lejos de su familia, cambiar de escuela para continuar el secundario y adaptarse a todo lo que ello significa. En un principio el chico se quedaría en el Hogar de Varones de Parada Leis, pero por cuestiones de traslado se logró su albergue en el hogar Padre Mugica de Posadas, desde donde comparte incluso el transporte con otros adolescentes que también entrenan en el club. La constancia, la disciplina y el esfuerzo dependerán de Juan. “Ellos (por los futbolistas) tienen que tener bien en claro qué quieren, la disciplina es muy importante así como saber qué priorizar”, manifestó el director técnico de Juan, Alejandro Ormos. Es un hecho que derrocha orgullo. Entonces, no se hicieron esperar las voces agradecidas. Una de ellas fue de la subsecretaria de Atención Integral Comunitaria de la Niñez, Adolescencia y Familia, Alicia “Tequi” Duarte, quien manifestó su satisfacción y agradecimiento a Crucero del Norte, por brindar semejante oportunidad a un participante del Hogar de Día.En este sentido, la Subsecretaria agregó que así como se brinda una atención integral desde los Hogares, con el apoyo y el acompañamiento de los profesionales, también se trabaja ante una oportunidad como la de Juan. “Para nosotros significa una satisfacción que se cumplan primero los derechos de niños y adolescentes y que tengan igualdad de oportunidades”, señaló y agregó que “por ese motivo, entre los talleres que se dictan en los Hogares también se tienen en cuenta los distintos deportes”. Juan ya entrena diariamente y se adapta a los cambios, a pocos días del inicio de clases también se avanzó en la inscripción en la escuela secundaria, donde este año seguirá el segundo año, porque desde los Hogares se remarca el requisito fundamental de que continúe con sus estudios, más allá de que se encuentre viviendo su gran sueño.
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