Como ya lo publicamos en esta columna, esta ginecóloga y obstetra, autora de varios best sellers sobre el tema, focalizó su investigación en el cuerpo físico como contenedor de memorias de sucesos del pasado, y específicamente el cuerpo de la mujer como sinónimo de sabiduría. A ella les debemos las mujeres una mayor comprensión y lectura de los problemas de salud que nos aquejan, entender el significado de las etapas femeninas y su respeto, así como valorar la intuición y la creatividad como atributos del género.A lo largo de varias entrevistas Northrup puntualiza que las enfermedades transmiten mensajes que muestran lo que es necesario cambiar en la vida. La falta de conexión con Si Mismo el cuerpo lo grita a través de trastornos o enfermedades. Hasta un accidente debería ser interpretado como un llamado para plantearse las siguientes preguntas: ¿Qué está pasando en mi vida ahora? ¿Cuál es el mensaje que me envía el Alma?Denuncia que la actual hiper-medicalización de los procesos naturales femeninos: -menstruación, embarazo, parto y menopausia-, es de alguna manera el precio pagado en la conquista de la mujer del mundo masculino.Agrega la doctora que cuando una mujer asume la tarea de sanar su cuerpo, en realidad lo que está haciendo es romper el círculo de miedo y dolor por las violaciones, golpes, maltratos y abandono que fueron sucediendo (y suceden) a lo largo de 5.000 años de un patriarcado dominante. Al igual que Rupert Sheldrake, el biólogo británico, dice que nos rodean “campos morfogenéticos” o de información, que se activan cada vez que una mujer se atreve a superar esos miedos y salir adelante, traduciéndose en fuerza para que otras puedan lograr lo mismo.Cuando las mujeres sanan, gracias al despertar de la sabiduría de su cuerpo también sana la Tierra, ya que ella y la Naturaleza son consideradas femeninas y también fueron explotadas. Entonces surge la fuerza que da la alegría y el júbilo del poder interior y se produce la magia de la hermandad entre mujeres.“Todas las células de nuestro cuerpo responden a nuestros sueños. Estos son necesarios para nuestra salud y para la salud de nuestro planeta. Los sueños que sueña la Tierra a través de ti son distintos de los que sueña a través de mí. Pero yo necesito oír tus sueños y tú necesitas oír los míos, todas necesitamos oír los sueños de las demás mujeres; si no, no tenemos la historia completa. El sistema adictivo ha puesto mucho interés en impedir que nos escuchemos las unas a las otras durante siglos. Pero ha llegado nuestra hora. Escuchémonos mutuamente”.- Dra. Christiane Northrup.Colabora: Hilda GonzálezExperta en Cocina [email protected]
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