Sin dar explicaciones, desde diciembre el Ministerio del Agro y la Fundación Asuntos Agrarios, que preside el ministro José Luis Garay, dejaron en la calle a numerosos empleados.“Desde el 28 de diciembre del 2015 estoy desempleada, la contadora de la Fundación Asuntos Agrarios y actual directora Administrativa del Ministerio del Agro, la señora Olga Barrios y el subsecretario de Producción Animal y actual tesorero de la Fundación, César Darío Berger, decidieron no renovarme el contrato sabiendo que estaba por entrar al tercer mes de embarazo”, relató en las redes sociales Lorena Rodríguez, una de las trabajadoras que se quedó en la calle a pesar de tener cinco años de antigüedad y, como ella lo contó, estar cursando un embarazo de tres meses en ese momento.“El argumento fue que la Fundación no tenía fondos (tengo la grabación de esa conversación). Me juzgan y me juzgaron siempre por ser ‘hermana de…’ y no por mi capacidad laboral; siendo que entré a trabajar al Ministerio del Agro en octubre del 2010 (…) Jamás fui ñoqui, cumplía horario como todos de 6.30 a 12.30 y además viajaba al interior ad honorem porque jamás cobré un viático”, agregó indignada la mujer.Rodríguez agregó que “desde el 4 de enero de 2016 me prohíben el ingreso al edificio donde se encuentra en funcionamiento el Ministerio del Agro y la Producción (a través de una nota que la contadora le entregó al personal de Seguridad)”. “Por lo que sé y tengo entendido la ley indica que hasta el año cumplido de mi hijo no deberían dejarme sin trabajo; yo lastimosamente no tengo padres en quien apoyarme, dependo de mi trabajo para comer y vivir. Espero que alguien actúe ante tanta injusticia…Yo sólo reclamo mis derechos…”, finalizó la mujer.PRIMERA EDICIÓN dialogó con Rodríguez, quien comentó que “el año pasado me apretaron porque tengo una relación de sangre con Liliana Rodríguez (ex directora del Ministerio) y me dijeron que tenía que trabajar para la candidatura de Passalacqua porque Liliana militó para Alex Ziegler. Yo les expliqué que no hago política y que Liliana no tuvo nada que ver con mi contratación”. Después de eso, en diciembre le indicaron que no le renovarían el contrato.Contó que “fui contratada desde 2010 por un programa nacional de Promotores Rurales, cobraba por Nación 750 pesos durante seis meses. Terminó el plan y los compañeros pidieron que siga trabajando, entonces seguí pero me pagaban 1.200 pesos en negro, en un sobre que me daban en la mano, sin ninguna relación”.“Después me contrataron como monotributista en julio de 2012, contrato que se renovaba cada seis meses, pero en diciembre del año pasado me dijeron que no me iban a renovar, pregunté porqué, me dijo la secretaria que no tenía explicaciones”, señaló la despedida. Luego recordó que “me vuelvo a presentar el 4 de enero, ahí me manda a llamar la contadora Olga Barrios y el tesorero de la fundación César Berger, me dicen que no me iban a volver a contratar porque no había fondos, pero es mentira porque Olga colocó a su sobrino a trabajar ahí en julio pasado, otra chica entró en agosto y la hija del doctor Spachuk entró en octubre”.“Les expliqué que necesitaba el trabajo pero no les importó, entonces la contadora hace una nota para que la gente de seguridad no me permita más el ingreso. Hablé con el ministro (Garay) el 4 de enero, me dice que lo vea el 5. Después me dice que lo llame el 18, no me atiende, tampoco el 20 ni el 22. Intenté ir al Ministerio pero no me dejaron entrar”, relató.Dijo que “hubo otras dos compañeras embarazadas y otros compañeros a los que tampoco le renovaron el contrato. No entendemos qué criterio usaron porque algunos militaron para la renovación, otros no, igual, a muchos no nos renovaron sin dar explicaciones”.Ahora está siendo asesorada por el gremio de trabajadores estatales y esperan que Garay le otorgue una audiencia desde el 10 de febrero, todavía sin respuestas.
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