El sindicato que dirige el histórico Armando Cavalieri, logró el pago de sumas compensatorias y no remunerativas y un acuerdo parcial semestral. El principio que rige este pacto condicionado por la inflación parece bailar al compás de aquella célebre frase de Alsogaray.Así las cosas, el gremio en cuestión volverá a verse las caras con los referentes empresariales del país en septiembre próximo para analizar el complemento del aumento hasta sellar los doce meses tradicionales.Misma gestión fue la que cerró el sindicato de los encargados de edificios (Suterh) de Víctor Santa María, dos acuerdos con indiscutible peso político conforme se van abriendo las discusiones salariales en los demás sectores.La negociación semestral, que rompe con la tradición anual, especialmente de la última docena de años, presenta como potencial posibilidad y ya, aunque de manera incipiente, se establece como realidad tangible.Este tipo de acuerdos permite ir fondenando el horizonte inflacionario durante los próximos meses sin la presión ni las dudas de haber firmado un convenio extenso que a la larga, como ya ha pasado varias veces, puede ser insuficiente.Y también le permite al Gobierno al menos despojarse de la mochila que implica la pretensión ya explicitada de que los sindicatos firmen por 365 días por un porcentaje que no supere el número 30.Con todo, ese horizonte inflacionario se avizora tormentoso a la vista de los últimos y continuos aumentos en todos los segmentos del consumo. Los arreglos temporales solo patean el drama del bolsillo hacia adelante y no resuelven la cuestión de fondo que, al menos por ahora, se presenta revuelta.
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