“Participación secundaria”, es la calificación que imputó el martes el juez de Instrucción 3 de esta ciudad, Fernando Luis Verón, al empleado de Emsa, su esposa e hija detenidos el viernes pasado por su presunta vinculación con el doble homicidio de Sebastián Vega y Rodrigo Ibarra.Según pudo averiguar este Diario, el magistrado posee indicios de que estas personas tuvieron participación en el “antes” y en el “después” del aberrante episodio, pero no fueron determinantes para la concreción del mismo; es decir para el resultado muerte.Padre, madre e hija fueron trasladados ayer a los estrados del Juzgado de Instrucción 3, donde los aguardaba Verón para tomarles declaración indagatoria. Finalmente, asesorados por los abogados penalistas Ramón Moisés Grinhauz y Juan Pablo Fernández Rissi, todos se abstuvieron de testimoniar.Esos indicios guardarían relación con los roles que habrían tenido los integrantes de esa familia en el doble homicidio del barrio Tacurú. En ese sentido, trascendió que habrían trasladado a los asesinos al punto de encuentro con las víctimas, en avenida Chacabuco y Costanera, en la zona oeste de Posadas.Al parecer, este dato habría sido corroborado por el primer detenido de la causa, considerado como el entregador de Vega, la persona que lo llamó al celular, la noche del 16 de diciembre pasado, para decirle “tengo lo tuyo” y sacarlo de la casa de la hermana, donde se disponía a comer un asado.No es el único dato que comprometería a esta familia. Un reporte de Migraciones confirmaría que, en el mismo Peugeot 408 en que trasladaron a los homicidas a encontrarse con Vega e Ibarra, la noche del 16 de diciembre, sacaron del país al único prófugo que tiene el caso: el ciudadano de nacionalidad paraguaya acusado de jalar del gatillo para acabar con las víctimas.La salida de Argentina ocurrió, lógicamente, por el puente internacional Posadas-Encarnación; donde quedó registro de las identidades de las personas que viajaban en el coche: el empleado de Emsa, su esposa, que al parecer iba al volante, y el supuesto sicario.Justamente, sobre este hombre pesa actualmente un pedido de captura internacional efectuado a Interpol por el mismo juez de la causa.Según pudo saber este Diario, esta familia estrechó vínculos con la banda a partir de una supuesta relación sentimental de la joven, hija del empleado de Emsa, con el único prófugo que tiene el expediente.Para los investigadores, la única pieza que falta para completar el rompecabezas es la captura del fugitivo buscado por Interpol.Es decir, el resto está resuelto. Tienen el presunto móvil (una venganza por el “buchoneo” de un cargamento de marihuana que cayó en Virasoro, Corrientes);?y a las personas que, creen, participaron en el doble homicidio perpetrado en los primeros minutos del 17 de diciembre.Para este miércoles está previsto que el supuesto autor intelectual -detenido el sábado a la tarde en Aguacates- y uno de los presuntos asesinos sean llevados al Juzgado de Instrucción 3 para dar su versión de los hechos.Fuentes del caso indicaron que ya tienen abogados defensores, por lo que resta saber si declararán o no.En la reconstrucción policial, hubo un autor ideológico (supuesto líder de la organización); un entregador (el que llamó a Vega para llevarlo engañado al encuentro con los asesinos);?dos responsables materiales (los que gatillaron una nueve milímetros y un revólver calibre 38 para ultimar a las víctimas) y los encargados de la logística (el matrimonio y su hija que trasladaron a los homicidas y hasta ayudaron a uno de ellos a salir de la Argentina).Quizás la clave para resolver este caso, o al menos para encontrar la punta del ovillo que condujera la investigación hacia el esclarecimiento, haya sido la intervención telefónica que pesaba sobre el celular de Vega, ordenada por un juez Federal de Campana, Buenos Aires.Así se pudo saber hasta el contenido de la última llamada que efectuó uno de los asesinos con el aparato de Vega, en el que anunció la ejecución de este e Ibarra. Secreto de sumarioEl juez de Instrucción 3 de Posadas, Fernando Luis Verón, dispuso ayer el secreto de sumario en la causa que investiga el doble homicidio de Sebastián Vega y Rodrigo Ibarra. La decisión se produjo a horas del testimonio que podrían brindar el hombre acusado de la autoría material y uno de los supuestos homicidas.Este último escapó milagrosamente del allanamiento que efectuaron, el viernes pasado, la Secretaría de Apoyo a Investigaciones Complejas y la Dirección Homicidios de la Policía de Misiones. Los investigadores sabían que se escondía en algún punto de Posadas y lo terminaron encontrando en un hotel cercano a la Rotonda.Al parecer usaba doble identidad: una en Argentina y otra diferente en su país de origen, Paraguay.
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