Señora Directora: Esta semana se cumple 40 años del golpe de estado que abrió una de los periodos más oscuros de la historia argentina y cuyas consecuencias aún perduran hasta nuestros días. Con plena razón, muchas víctimas y familiares de éstas continúan reclamando justicia y conocer plenamente qué pasó con quienes terminaron engrosando la lista de miles de desaparecidos y de bebés secuestrados de esos años. Esclarecimiento que tendría que continuar siendo una política de estado para el gobernante de turno, pero desligada de todo color político e ideológico. Los juicios de la verdad deben proseguir sin muchas demoras, porque, vale no olvidar, el tiempo es implacable y las personas envejecen, mueren y quedan sin la esperada justicia, víctimas y victimarios.Hay muchas heridas abiertas todavía que deben cicatrizarse y para las que no es suficiente con un olvido forzado como pretendió forzarse alguna vez; sino, por el contrario, será develando esa época como finalmente se podrá obtener esa reconciliación a la que todos anhelamos.
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