Finalmente, después de años de voces levantadas y reclamos formales para que se salve a los históricos ferris que se estaban hundiendo irremediablemente en el puerto de Nemesio Parma, al Oeste de la Ciudad, la Provincia puso en marcha el proceso para iniciar las tareas de restauración.
Así lo confirmó a PRIMERA EDICIÓN el Subsecretario de Planificación Estratégica, Marcelo Surraco, quien explicó: “Cuando fuimos a hacer una visita a los barcos anclados en Parma nos encontramos con que su estado empeora. Tras esa evaluación empezamos a ver qué alternativas tenemos para poder reflotarlos y ponerlos en valor. Obviamente se trata de opciones onerosas y en la situación económica actual afrontar los costos es compleja en el marco de otras prioridades. En vista de la emergencia sanitaria declarada por la circulación epidemiológica del dengue, estuvimos esperando para iniciar los trabajos y ahora que algunas cosas se están normalizando, hemos podido analizar dos propuestas de diferentes contratistas, con diferentes métodos avanzar en una primera medida a fin de sacarlos a flote y ponerlos en un lugar seguro”, deslizó el funcionario. Añadió Surraco que tras analizar factibilidades, se determinó que un proyecto de estudio de situación sería realizado por buzos habilitados que se desempeñan en Corrientes, cumpliendo tareas en la represa de Yacyretá.
“Este equipo nos acercó un presupuesto para una evaluación técnica del daño en una primera etapa, y una vez que sepan qué trabajos van a realizar para avanzar en la puesta de flote de los dos ferrobarcos”, describió el funcionario.“Esto forma de la etapa inicial de restauración, una vez que tengamos el informe de daños y nos presenten el presupuesto vamos a poder avanzar con la puesta a flote de las dos embarcaciones y como paso definitivo vamos a poner los esfuerzos en lograr la puesta en valor”.
Tareas insuficientes
Después del hundimiento casi total del ferri “Ezequiel Ramos Mejía” debido a la falta de mantenimiento y la desidia contra este elemento patrimonial, único en el mundo al igual que su similar el “Presidente Roque Sáenz Peña”, se habían realizado algunas tareas de desagote para permitir que la embarcación abandonada permanezca a flote. Sin embargo, a decir de distintos sectores, en especial los ferroaficionados, las tareas para evitar su naufragio eran insuficientes y hasta ahora se siguió clamando por su recuperación.
En ese sentido manifestó Surraco: “Venimos viendo la situación, también a través de las publicaciones en los diarios, además de las insistencias de los grupos y organizaciones no gubernamentales para su reparación, resguardo y puesta en valor. Al hacernos cargo de la función estuvimos viendo las alternativas más seguras, que se enmarcan dentro de las normas vigentes, también en la Prefectura Naval Argentina teniendo en cuenta que las naves están ancladas en puertos de su jurisdicción para conseguir los permisos y contratar el trabajo de buzos experimentados para una primera evaluación de daños”, enfatizó.
En cualquier caso, Marcelo Surraco todavía no quiso adelantar precisiones sobre lo que les espera a futuro a los ferrobarcos, luego de que sean restaurados y qué pasos definitivos se van a dar para lograr la puesta en valor; sin embargo se espera tener luz verde con un crédito Nacional con la idea de transformar el espacio en un museo.
Resisten al tiempo y el olvido
Mucha agua corrió debajo del puente desde que en su momento algunos empresarios vinculados a la navegación tuvieron intenciones de preservarlos cuando apenas dejaron de prestar servicio y los ubicaron a la altura del puerto viejo.
La cota de la EBY aún no había subido cuando se hablaba de colocar un par de vagones sobre las embarcaciones y así explotarlos en la parte gastronómica. También se mencionó la posibilidad de concesionarlos e incluso de instalar un vagón cine. Posteriormente todo intento se apagó y, como para evitar que algunas de estas fabulosas propuestas se concreten, los alejaron definitivamente del entorno y de su gente, remolcándolos hasta Nemesio Parma.
“No se lucen como parte de la historia de la provincia sino que están en el olvido, abandonados”, denunció en su momento Analía Colazo, la hija del exjefe de Zona Fluvial Posadas, Sixto Ramón Colazo, quien nunca bajó los brazos para pedir a la Provincia “un mayor cuidado a su patrimonio histórico”.
Los ferris son las únicas embarcaciones de su tipo que quedan a flote en el mundo y cumplirán 103 años el 18 de octubre próximo.