Con la asunción del nuevo gobierno nacional y mientras se estudia la reestructuración del Indec; era posible suponer que el flamante gobierno provincial volvería a poner al Instituto provincial homónimo a medir datos que son relevantes para cualquier economía y que dejaron de generarse cuando a la Nación le preocupaba la disparidad de resultados estadísticos entre jurisdicciones.Hoy, con la misma impronta que se le otorgó al organismo nacional, el Ipec desde la última gestión de Maurice Closs (alumno aplicado del modelo kirchnerista), ha dejado de proveer a la sociedad índices de precios al consumidor, canasta básica y total, mercado de trabajo (replicaba últimamente los datos nacionales), por citar algunos de los números que incluso eran motivo de estudio en varias universidades de Misiones (la Unam cuenta con una carrera afín).Sin estadísticas que midan nuestra realidad, hacen que se torne difícil la toma de decisiones. Se vive la ausencia de un diagnóstico avalado por la ciencia a pesar de tener técnicos de prestigio que forman parte del Instituto estadístico provincial. Basta con observar la web institucional del Ipec para observar el vacío de información que tiene con respecto a años anteriores, donde los informes periódicos se convirtieron en anuales para intentar hacer ver un “cúmulo” de datos. Y lo único que perdura en el tiempo es el censo de 2.010.Este año, el Ipec cumplirá 44 años de vida (fue creada primero una Dirección de estadísticas en 1972 por Ley 609 y luego mediante la Ley 2.909 se incorporó al Estado el actual Instituto Provincial de Estadística y Censos). Como en muchos organismos técnicos, el problema son las conducciones políticas. Las hubo de refuerzo y aliento para crecer, pero en los últimos años han sido de perfil bajo para no chocar con el modelo nacional, lejos del engrandecimiento del misionerismo que el oficialismo dice sostener.Se presentaron varios proyectos de comunicación en la Legislatura misionera solicitando informes respecto a la situación del Ipec, para conocer si las estadísticas se reunían aunque no se hicieran públicas (con lo cual estaría incumpliendo sus objetivos); alguna razón válida que permita suponer que un congelamiento de cuatro años de las cifras tendrán una nueva etapa de superación. Sin embargo, tan ausentes como las cifras, estuvieron las respuestas oficiales. Seguramente, por no poder justificar lo injustificable. Hoy, el contexto nacional abre la posibilidad de volver a trabajar como antes en el Ipec. Falta la decisión política del gobernador Passalacqua.
Discussion about this post