Uno de los ocho detenidos por el crimen del cobrador Nicolás D’Amico (35) declaró ante la Justicia y complicó seriamente la situación del empresario cárnico que también se encuentra tras las rejas en la misma causa. El joven, quien era empleado del propietario de la carnicería, habría relatado ante la jueza de Instrucción 5 de Leandro N. Alem, Selva Raquel Zuetta, y con lujo de detalles, la secuencia del brutal homicidio e inclusive el móvil del hecho, indicó un portavoz del caso. “Entre otro trabajador del frigorífico y el dueño lo sorprendieron en una de las oficinas del predio, hacia donde lo llevaron bajo engaños, ya que le dijeron que le iban a dar el dinero que faltaba, y le asestaron al menos dos barretazos…de ahí se lo llevaron al automóvil (un VW Bora propiedad de la víctima) y luego lo prendieron fuego”, habría sido el testimonio del muchacho, quien se encargaba de hacer los embutidos en el lugar, agregó la misma fuente. Seguidamente, el joven, de 25 años, habría dicho además, que todo lo que contó lo sabe por boca de su propio patrón, quien le contó lo sucedido tras conocerse el crimen, indicó un vocero. También habría aportado datos esclarecedores, como ser que para supuestamente justificar el brutal homicidio, el dueño de la carnicería le habría relatado que “amenazó con matarme y hacer lo propio con mi familia si no le pagaba lo que le adeudaba”. En ese sentido trascendió, en la indagatoria, que D’Amico habría llevado una camioneta de dicho frigorífco en forma de pago unos días atrás. En cuanto a la deuda que mantenía el propietario del frigorífico con la víctima, se supo que rondaba los 250 mil pesos, y que apenas habían entregado unos 120 mil, siempre en base a la declaración del empleado, quien mencionó a un suboficial de Prefectura Naval (de 21 años y que también detenido el pasado jueves) que habría “ayudado a la hora de transportar el cuerpo desde el predio de la carnicería hasta el paraje donde luego las autoridades policiales hallaron el cadáver”. Al parecer, este suboficial prefecturiano sería del círculo de amistades del empresario cárnico. Posteriormente le preguntaron al empleado a cargo de los embutidos si recordaba haber visto a algunos de los tres involucrados que mencionaba con una camiseta de Boca Juniors, a lo que el joven habría contestado que “con esa remera estaba vestido el día del hecho su colega de trabajo -es decir el otro empleado del frigorífico-”, añadió la misma fuente. Este testimonio por ahora considerado clave en la causa, fue ante la mencionada magistrada y con la presencia del abogado defensor del imputado durante la indagatoria.¿La joven fue testigo del hecho? Según la citada testimonial, el día en que se cometió el crimen la pareja del dueño del frigorífico habría estado presente en la escena, aunque se aguarda que la detenida brinde su versión de los hechos. El supuesto rol del policía detenidoCon respecto al cabo de la Policía de Misiones que, en un principio y tal como adelantó el viernes este Diario fue demorado en calidad de testigo sospechoso y posteriormente detenido, se supo que su rol habría sido facilitar un arma de fuego para la comisión del hecho, indicó un vocero de la causa. El suboficial, de 27 años y prestación de servicios en la División Montada de la Unidad Regional II con asiento en Oberá, sería quien en un principio podría haber prestado o comercializado un arma de fuego a quienes aparecen ahora, tras la declaración de un empleado, como los dos principales sospechosos de cometer el crimen de D’Amico. La posible premeditaciónTeniendo en cuenta el extenso relato del encargado de embutidos, contando lo que según él le confesó su propio jefe -el empresario cárnico-, se desprende que eran muchas las personas que sabían del homicidio y de un posible plan para perpetrarlo, agregó una fuente del caso.En esa línea investigativa fueron surgiendo otros sospechosos como la pareja (26) y el hermano (29) del carnicero, como así también otro joven, de 28 años, que sería allegado al grupo de detenidos. Con el correr de las horas y conociéndose otros testimonios podrían surgir nuevas pistas.Luminol y barretasDurante la jornada del viernes personal de la Secretaria de Apoyo para Investigaciones Complejas (Saic), al frente de las pesquisas, realizaba una prueba de Luminol (que detecta manchas de sangre) en una de las oficinas del predio del frigorífico. Además, buscaban las barretas que habría mencionado el empleado detenido.Uno de los detenidos tenía quemadurasFuentes de la investigación confiaron que uno de los detenidos, más precisamente uno de los dos empleados del frigorífico que quedó complicado por la declaración de su compañero de trabajo, presentaba cicatrices compatibles con quemaduras en uno de sus brazos. Justamente este individuo, de 23 años, quien es uno de los ocho arrestados en la causa, fue el que habría sido señalado como el presunto coautor del crimen y quien llevaba puesta una camiseta de Boca Juniors -el día del hecho y de acuerdo a los dichos de su compañero-, prenda que luego fue hallada en inmediaciones de la escena del hallazgo del auto con el cadáver en su interior, precisó una de las fuentes consultadas.Es materia de investigación determinar cómo se produjo esas lesiones y si fueron producto de quemaduras, más teniendo en cuenta que él o los asesinos prendieron fuego el vehículo del cobrador Nicolás D’Amico con el objetivo de incinerar el cuerpo y no dejar huella o rastro alguno en el lugar, agregaron las fuentes. Armas de fuegoOtro interrogante que surgió en la causa, que comenzó a partir del hallazgo del cuerpo del infortunado cobrador aquella noche del 30 de octubre del año pasado, es la mecánica de su muerte. Se supo mediante avanzados estudios forenses que estaba sin vida al momento de ser incinerado. Lo que se trata de dilucidar ahora es si él o los autores utilizaron un arma de fuego para cometer el crimen, más considerando que hay dos integrantes de fuerzas (provincial y federal) detenidos.
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