El juez Correccional y de Menores César Raúl Jiménez opinó que “encerrar a los menores que cometen delitos no es la solución”, y que la alternativa es “la Justicia restaurativa juvenil”, obedeciendo las normativas de “la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño”. Además, el magistrado advirtió que existe una importante escalada de delitos violentos perpetrados por menores no punibles, no sujetos a proceso por parte de la Ley y que comprenden una franja de edades por debajo de los 16 años. “Es preocupante como crecieron los delitos que cometen los niños no punibles, desde los ocho a los quince años, cifras que no solamente crecieron estadísticamente si no que se dan con rasgos característicos que son similares. La mayoría de los casos de 2015 tienen como acusado a los chicos por delitos como ser hurto y daño, siempre delitos contra la propiedad seguido de la reacción por la situación que le aparezca. Escolaridades incompletas, es decir, si bien no son repitentes, son chicos que tendrían que estar en años más avanzados. Aunque hay casos de repitencia o deserción escolar. Tienen beneficios sociales, con familias numerosas y madres que se hacen cargo de sus hijos por distintos motivos, como ser fallecimiento de sus parejas. Muchos hermanos, con programas sociales que obviamente no los benefician en su totalidad. Una vez que salen del sistema educativo van a la calle y se encuentran con un mundo diferente, es decir, fueron expulsados de sus casas y entonces buscan un nuevo hogar en las calles, donde la problemática de los estupefacientes, en su mayoría psicofármacos, también se convierte en un denominador común en los casos que por ejemplo, hubo en 2015”, expresó el juez con 18 años en dicha actividad. “Cada vez más chicos”El magistrado afirmó que en su carrera al principio veía que adolescentes de 16 o 17, sujetos a proceso por parte de la Ley, eran los que más delitos cometían. No obstante la tendencia actual es otra. “Hay chicos cada vez más chicos que cometen delitos, es decir por debajo de los 16 años, algo que subió en forma importante. Todo esto significa que fracasamos con el sistema retributivo, como respuesta social, es decir con la reinserción social supuesta del niño o adolescente que comete un delito”. El segundo hogar Frente a todos estos componentes y datos testigos como ser los expedientes del año pasado mostrando la preocupante tendencia de chicos que delinquen a muy corta edad, el juez afirmó que “la respuesta violenta siempre se da en principio en la casa y en el segundo hogar del menor, que es la escuela. En ese sentido quiero recordar una frase que dijo un psicólogo al que tuve la oportunidad de conocer, que decía que ‘la violencia es una enfermedad infecto contagiosa, transmisible de generación a generación, cuyo virus es la carencia del afecto, es la ausencia del amor’. Es decir, estamos dentro de un ámbito en donde todavía para muchos, la comunidad inclusive, el niño sigue siendo un objeto, cuando esta mirada filosófica del niño objeto ya fue superada por toda la impronta legislativa que nace a partir de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, en donde el menor comienza a ser sujeto. En síntesis creo que hay que buscar alternativas válidas dentro de la Justicia, una es la Justicia restaurativa, que es más conciliadora, más pacificadora y que intenta en definitiva buscar una salida hasta amigable si se quiere frente al problema". "No sé si es lo que la comunidad quiere y tampoco si realmente aportará una respuesta, lo que estoy seguro es que está agotado el sistema de encierro como salida o solución al problema penal de los menores", agregó. Recordó que "muchos países aplican este tipo de Justicia en los niños, como ser Bélgica o Alemania y es un éxito. Claro que para esto necesitamos una legislación especial y tener en cuenta que cuando hablamos de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, nos referimos a los Derechos Humanos, por consiguiente es operativa y no necesita reglamentación. Tenemos que cambiar en la interpretación legal a la hora de aplicar la Ley, nosotros, el juzgador. Manejarnos en forma seria en este universo juvenil, que no es el futuro, si no el presente". "La expulsión no es la respuesta"Días atrás y como publicó PRIMERA EDICIÓN, <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/217802/salvaje-ataque-a-una-nena-de-12-anos-en-una-escuela-primaria-.html">una menor de doce años fue salvajemente atacada con una trincheta y por parte de otra adolescente de su misma edad</a>. El violento episodio fue perpetrado dentro del aula de una escuela posadeña. A los pocos días de salir a la luz el caso, directivos del establecimiento educativo, que fue escenario del hecho, expulsaron a la agresora. Al respecto, el juez César Jiménez opinó que “lo único que se hizo con la expulsión fue colaborar con el estado de violencia del victimario. Se aporta a ese escenario mas violencia, transitoriamente podría haberse articulado otro tipo de sanción o castigo, porque tiene que conocer el límite. La expulsión es tan peligrosa como el encierro en si mismo. Aquí debe haber un abordaje terapéutico importante, con la agresora y la familia. Estas situaciones nacen en la casa, la expulsión no es la respuesta”.
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