Gota a gota, un caño pinchado del departamento de arriba fue manchando la pared del techo de la casa de Amanda (46). Pasaron los días y no dijo nada, a la espera de que su vecino Marcos se percate del problema y lo arregle. Se completó un mes, luego otro y otro. Y la mancha causada por la filtración en su departamento crecía y ya corría un hilito de agua que tenía que limpiar a cada rato. Esa fue la gota que colmó el vaso. Subió, golpeó la puerta de la casa de Marcos. Su vecino salió y ella intentó decirle de la mejor manera posible que, por favor, revisara el desperfecto.El hombre dijo que lo haría y volvió a encerrarse. El tiempo siguió corriendo. Y?la mancha siguió creciendo.Amanda optó por denunciar en la Policía. Y cuando volvía de la comisaría, se topó con el vecino. Las palabras le salieron a borbotones y en un instante ambos vecinos estaban a los gritos.En este contexto, pareciera que sólo hay un camino: judicializar el problema y esperar los largos plazos para lograr que el vecino cumpla y arregle. Y entretanto, con el diálogo cortado, la situación termina afectando a todo el vecindario, sobre todo cuando las casas están muy cercanas como es en un complejo habitacional.Otra salidaAnte esta situación límite existe una posibilidad superadora: el diálogo. Esa es la propuesta de Dirección General de Métodos Participativos de Resolución de Conflictos y Fortalecimiento Ciudadano que comenzó a funcionar este año en la municipalidad de Posadas.“Hablando se entiende la gente”Existen diferentes métodos que se pueden aplicar para resolver los conflictos. La mediación se aplica cuando el conflicto es entre dos partes, que sería el caso de Amanda y Marcos. Cuando se trata de un grupo de vecinos involucrados, se aplica la Facilitación o la Negociación. De este modo se apunta a “mejorar el clima barrial”, destacó a PRIMERA EDICIÓN Carlos Quintana, director de este espacio que comenzó a funcionar con la nueva gestión municipal. “El diálogo es la herramienta más poderosa que tenemos como seres humanos, los métodos participativos de resolución de conflictos sirven para eso, para pacificar las relaciones entre vecinos, que es uno de los objetivos principales de esta Dirección”, indicó Quintana, quien durante varios años fue titular de la Línea 102.“Entre todos los reclamos y conflictos vecinales, nos sorprende la cantidad que son por problemas como filtraciones de agua que afectan al departamento de abajo. También en el verano, con el dengue, hubo muchos reclamos por temas de malezas, patios y baldíos”, señaló Quintana.“Con estas herramientas, muchísimos casos se van a dejar de judicializar”, agregó señalando que hay cientos de juicios por daños y perjuicios en el fuero civil de Posadas por hechos de filtraciones. Tres ventajasLa mediación o negociación se aplica en el propio barrio, lo cual evita al vecino tener que ir al edificio municipal a pedir que alguien lo atienda. Y?estas reuniones entre las partes involucradas se realizan en el corto plazo, o sea que en el lapso de un par de semanas se puede llegar a un acuerdo entre los vecinos. Y?por otro lado, con esta estrategia se evita un lento y conflictivo camino judicial.Quintana destacó que estos métodos de resolución de conflictos se realizan en forma voluntaria, es decir que no se puede obligar a un vecino a participar.¿Cómo se pide una intervención?Ante una situación conflictiva el o los vecinos deben acercarse a la Delegación Municipal y dar cuenta de la misma mediante un formulario muy sencillo, consignando los datos personales.En esta primera etapa y hasta mediados de año, el equipo de quince personas que integran la Dirección van visitando una vez por semana cada delegación y reciben los reclamos. De inmediato se toma contacto con el vecino y se planifica la intervención que se realiza a la brevedad. Al vecino requerido, que siguiendo el ejemplo, sería el señor Marcos, se lo invita personalmente a participar. Si no se encuentra en su casa se le deja una nota y se acude las veces que sean necesarias.Una escena inéditaCon la creación de esta Dirección se han concretado instancias hasta el momento inéditas en la ciudad:?dos personas que en otra circustancias habían cortado el diálogo, estaban “en pie de guerra” por una situación conflictiva, deseándole las peores cosas a su vecino, han podido sentarse a dialogar. “Mientras se realiza la mediación o la negociación afloran otros conflictos de larga data, hay situaciones de tensión, y por eso es un muy bueno ver que, luego de una, dos o tres reuniones, los vecinos pueden llegar a un acuerdo, firmar un acta y darse la mano en señal de buena fe”, indicó Quintana. Se hace un seguimiento de cada acuerdo firmado. Ir más alláCon cada intervención suelen aparecer otros problemas o reclamos, por ejemplo, malas condiciones de las calles, tránsito, entre otras. Entonces desde la propia Dirección de Resolución de Conflictos se convoca a los responsables de las respectivas carteras municipales para que puedan ayudar a resolverlos. Se acerca el área de Tránsito, la Secretaría de Gobierno, Servicios y Obras Públicas, según sea.EquipoEsta dirección general está integrada por abogados, mediadores, trabajadores sociales, psicólogos y psicopedagogos, entre otros. En su marco funcionan dos direcciones: “De promoción y fortalecimiento para el acceso a la Justicia” y “De capacitación y formación de centros de resolución de conflictos”.Todo el equipo de quince personas visita una vez por semana las delegaciones. Una parte hace base de 9 a 11, otros recorren los barrios y realizan capacitaciones ya que el objetivo es crear espacios de diálogo permanente entre vecinos.
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