Por medio de la Resolución 72/2016, la cartera agropecuaria nacional fijó en 4.803 pesos la tonelada de hoja verde de yerba mate puesto en secadero y en 18.031 pesos la tonelada de yerba mate canchada, también puesta en secadero; costos que no contemplan las aspiraciones de los productores, a los que no se les garantiza una rentabilidad acorde a sus expectativas y esfuerzos. Los nuevos precios, que entrarán en vigencia al día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial, según informó el Instituto Nacional de la Yerba Mate, (Inym), reflejan la persistencia de fuertes contradicciones en el interior del Directorio del organismo yerbatero, en el que la puja entre el sector primario y la industria parece imposible de salvar en base al consenso.Como ya se dijo en esta columna, hay una cierta incoherencia en tropezar mil veces con la misma piedra y en la incapacidad de acordar valores que responden a costos, y relaciones de producción, previsibles; por lo que bien se podrían definir los precios relativos en base a una ecuación objetiva que contemple valores racionales y una distribución del ingreso equilibrada. El propio Inym informó que en las negociaciones, la industria ofreció menos de 5 pesos por kilo de hoja verde mientras que la grilla de costos del Instituto había llegado a 5,17 pesos y el sector de la producción reclamaba un valor superior. No es nuevo, pero la reiterada imposibilidad de acordar por consenso dentro de un organismo que se creó, precisamente, para resolver los históricos desequilibrios del sector en base a la concertación; pone en tela de juicio un marco legal que impone un estéril requisito de imposible unanimidad.
Discussion about this post