Si algo le faltaba al caso de Jorge Chueco (64), el abogado vinculado por la Justicia a la ruta del dinero K y desaparecido desde el pasado miércoles a la noche, eran algunas circunstancias que son muy llamativas. Una de ellas es que se robusteció la hipótesis de los investigadores de que el letrado se encuentra con vida y que habría abandonado la provincia. Fue a partir del testimonio de tres personas que lo vieron caminando en distintos puntos de Puerto Iguazú tras la denuncia que radicó su exesposa el pasado jueves. El otro detalle bastante particular, es que la denunciante regresó en las últimas horas a Capital Federal, mientras que las hijas del abogado aún permanecen en la provincia.Mientras tanto, un total de 115 efectivos pertenecientes a la Policía de Misiones lo buscan intensamente a lo largo y ancho de la ciudad e incluso en el Parque Nacional Iguazú, ya que la conjetura del suicidio no fue descartada del todo. Más teniendo en cuenta que el abogado, <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/218607/me-da-la-sensacion-que-se-ha-alejado-de-su-familia-para-protegernos.html">tal como publicó el sábado PRIMERA EDICIÓN</a>, dejó una carta de despedida y algo más de 40 mil dólares a su familia antes de que prácticamente se lo “trague la tierra”. A la fuerza provincial se sumaron las federales, como ser Gendarmería y Prefectura Naval que, con buzos tácticos, rastrillaban zonas del río Paraná e Iguazú donde suelen aparecer cadáveres de personas que se arrojan desde los saltos de las Cataratas.A todo esto, el caso despierta el interés de la prensa de todo el país, teniendo en cuenta que se trata de un hombre con vinculaciones al empresario kirchnerista Lázaro Báez, detenido hace dos semanas en una causa relacionada a supuestas maniobras de lavado de dinero.Por si fuera poco, tenía que declarar en los próximos días ante la Justicia, ya que es considerado una pieza clave en el entramado del citado mega expediente. Arrepentido de lo que hizoEl miércoles pasado fue una jornada agitada para el abogado, tal como se desprende de la investigación que reconstruyó sus últimos pasos antes de desaparecer. A las 15.40 la Policía fue advertida de una persona aparentemente descompensada en una de las pasarelas de las Cataratas. Una vez allí los uniformados lo trasladaron a la comisaría Primera de Puerto Iguazú. Allí, ya identificado como Jorge Chueco, habría manifestado ante la guardia que mezcló bebidas con pastillas o medicamentos y eso lo hizo sentirse mal. Luego de constatarse que no tenía antecedentes regresó al hotel donde estaba alojado, el Saint George. En su habitación redactó una carta despedida dirigida a su familia, donde manifestaba, entre otras cosas que estaba “arrepentido de algunas cosas que hizo mal” y que “padecía una enfermedad terminal”. Además, dejó dinero en la caja de seguridad del establecimiento hotelero. Telefoneó a su expareja -con quien tienen tres hijos- y simplemente le habría dicho que le dejó una nota y dinero. Luego las cámaras del citado hotel lo registraron saliendo caminando, de bermudas y remera oscura del lugar. Sin equipaje. Es el último registro fílmico de Chueco. La exmujer llegó a Puerto Iguazú en las primeras horas del jueves y, al no hallarlo en el hotel donde estaba alojado, radicó una denuncia por desaparición. Desde entonces se especuló con el suicidio del hombre, aunque las búsquedas en zona de Cataratas e inmediaciones dieron hasta ahora resultados negativos. El viernes, <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/218634/peugeot-408-de-jorge-chueco-estaba-en-posadas.html">tal y como adelantó este Diario</a>, fue hallado en un playón del hipermercado de Posadas el automóvil Peugeot 408 en el que se movilizaba el letrado. En las filmaciones se observa que el vehículo fue dejado allí por Chueco el pasado domingo 10 de abril a las 5.34. Seguidamente el hombre abordó un micro hasta Puerto Iguazú. Este viernes la exesposa del letrado le solicitó a un contador amigo de la familia, que con copia de la llave del vehículo (retirada de la oficina en Buenos Aires), se llevara el rodado y lo trasladara hasta la ciudad de las Cataratas. El Peugeot 408, por orden del juez que sigue la causa, Orlando Lunge, fue requisado y allí secuestraron, entre otras cosas, el teléfono celular de Chueco.
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