Mientras las fuerzas de seguridad de Argentina, Brasil y Paraguay profundizan la coordinación para hallar con vida al abogado <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/218586/justicia-misionera-busca-a-jorge-oscar-chueco-abogado-vinculado-a-la.html">Jorge Oscar Chueco, desaparecido desde el pasado miércoles en Puerto Iguazú</a>, los investigadores federales argentinos ampliaron y analizan los movimientos del asesor legal de Lázaro Báez, principalmente la ruta aérea que habría establecido con constantes viajes desde Capital Federal a Nueva York, utilizando Posadas, Puerto Iguazú y Foz de Iguazú como sus habituales escalas.De las primeras observaciones se desprendió que Puerto Iguazú es una ciudad a la que Chueco conoce con precisión, en la que no se podía perder y estaba informado de todas sus formas de salir al exterior, incluso sin dejar registro en Migraciones.Sustenta la hipótesis la sorpresiva cantidad de viajes que realizó desde el año 2009.Si bien la información no fue volcada aún al expediente abierto por el juez de Instrucción de Iguazú, Osvaldo Rubén Lunge, pesquisas de la Policía de Seguridad Aeroportuaria son los que intentan desentramar los registros de las distintas empresas aéreas que abordaba en la localidad brasileña con destino a la ciudad norteamericana.Papeles, esquelas y dineroEn cuanto a los últimos movimientos de Chueco en Iguazú, fuentes exclusivas de PRIMERA EDICIÓN afirmaron que en la caja fuerte de la habitación 10 del hotel Saint George, su exesposa halló los poco más de 43 mil dólares y un cuaderno con anotaciones. Entre estos escritos, apareció una esquela en papel blanco liso que le comunicaba a su familia que estaba padeciendo el agravamiento de un cáncer intestinal, que no se atrevía a someterse a un tratamiento quimioterapéutico, y que su estado emocional era delicado. “Siento que es el final”, habría sido la frase más fuerte, pero en ningún momento señaló o aludió a quitarse la vida.En referencia a las versiones que surgieron en cuanto a un intento de suicidio del miércoles 13 de abril, dentro del Parque Nacional Iguazú en el sendero a la Garganta del Diablo, la unión de testimonios y evidencias descartan tal episodio. Sí confirman que Chueco fue hallado descompensado, que lo condujeron hacia la comisaría Primera de Iguazú y que allí se recompuso y dialogó con las autoridades a quienes le confió que había ingerido bebidas alcohólicas pero también tomó pastillas del psicofármaco Rivotril. Esta posible mezcla habría alterado su conducta.La versión que ofreció conformó a los uniformados, quienes lo liberaron y trasladaron al hotel Saint George. Allí permaneció desde las 4 hasta las 6.30 y se habría comunicado con la expareja. Entre otros datos le dio el número de combinación de la caja fuerte, que había dejado su Peugeot 408 en Posadas, pero también le confirmó que dejaba el resto de sus pertenencias en el hotel Los Helechos.A las 9.30 del miércoles fue visto en este último lugar. Desde entonces, sus pasos son un misterio. Su exesposa, Patricia, viajó al día siguiente a Puerto Iguazú con una copia de la llave del vehículo hallado en el estacionamiento del hipermercado de las avenidas Quaranta y Tomás Guido. De acuerdo a fuentes firmes, Chueco el martes 12 de abril, caminó poco más de cien metros hasta la terminal de colectivos y tomó un micro hacia Iguazú.Al mediodía del mismo día y con pocos minutos de diferencia, Chueco se registró como pasajero en los hoteles Saint George y Los Helechos.En el caso del primer hospedaje, habría llegado caminando los 35 metros que separan la terminal de Iguazú del emprendimiento turístico. Este dato también es crucial, porque de la misma estación de colectivos pudo abordar un colectivo del servicio internacional que lo deposita en Ciudad del Este en pocos minutos, atravesando Foz de Iguazú.En cuanto a los últimos movimientos de las fuerzas provinciales que rastrillan Puerto Iguazú buscando al abogado, el jefe de la Policía, Manuel Céspedes -quien encabeza las operaciones- sostuvo que “se lo busca por tierra, agua y aire en toda la región. Sabemos que el hombre conocía la zona, porque tenemos registros de que había venido varias veces a Iguazú, inclusive este año, y cruzado a Brasil”. El "cerebro legal", según FariñaLos detalles en torno a las actividades comerciales y empresariales de Jorge Oscar Chueco comenzaron a correr como reguero de pólvora desde su misteriosa desaparición de Puerto Iguazú.Ya no sólo se lo considera ahora como el presunto “cerebro legal” de las operaciones de Lázaro Báez, sino que trabajaba o cumplió funciones en empresas de distintas partes del mundo. Entre una de las mayores empresas que lo vinculan con Báez se conoció que Chueco entabló negocios para la firma cordobesa Electroingeniería, una de las principales contratistas del Estado. En relación a este punto, está en proceso de revisión del proyecto de las polémicas hidroeléctricas que van a construir en Santa Cruz con socios chinos. La vinculación de Chueco se dio por la consultora Consar en Adfisa, empresa creada para manejar fondos fiduciarios.En su declaración del viernes 8 de abril, fue Leonardo Fariña quien le marcó al juez Casanello el rol de Chueco como “el cerebro legal” del entramado de empresas por las que se fugaba o lavaba el dinero.
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