El hombre más buscado de la Argentina finalmente fue capturado en esta vecina localidad paraguaya. Se trata de Jorge Chueco (64), el abogado de Lázaro Báez que es investigado por la ruta del dinero K.Deteriorado físicamente, con evidentes signos de quien se sabe en la clandestinidad y hace días se mantiene oculto y bajo las sombras.<a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/218920/tras-la-captura-de-chueco-en-encarnacion-quieren-expulsarlo-lo-antes.html"> Así fue hallado ayer, martes 19, por la Policía Nacional de Paraguay</a> el letrado que puso a Misiones en el foco informativo nacional desde el pasado jueves, cuando su exesposa denunció su desparición en Puerto Iguazú. Una agitada búsqueda por cielo, tierra y agua se puso en marcha desde ese momento. No era para menos, se trata del hombre que estaba a punto de declarar ante la Justicia como una pieza clave en el entramado de la mencionada causa, que sigue pistas e indicios por una organización que realizaba presuntas maniobras de lavado de dinero. Se dijo mucho en las primeras horas de su desaparición. Incluso que estaba muerto, que su cadáver apareció con un tiro en la cabeza. Se especuló con un suicidio ya que el abogado dejó una carta despedida en la habitación del hotel donde se alojaba y dinero. Todo destinado a su familia. Justamente su expareja declaró que no creía en la versión que hablaba de que Chueco se quitó la vida. “Está en peligro”… esto está armado”… llegó a decir la mujer de 53 años. Con el correr de los días, cinco para ser precisos, estas frases cobran una importancia llamativa. Más teniendo en cuenta que la desaparición del hombre, luego devenida a búsqueda y pedido de captura internacional librada por la Justicia, estuvo plagada de extrañas y confusas circunstancias. Hace exactamente una semana Chueco llegó a estar en manos de la Policía de Misiones. Pero aún no era el hombre más buscado, es que fue hallado semiinconsciente y en aparente estado de ebriedad en las pasarelas de las Cataratas del Iguazú. De allí fue trasladado a la comisaría Primera de esa ciudad, en carácter de prevención y no como detenido. Eran las 15.40 y el abogado regresaba a su hotel -más precisamente el Saint George-. Acto seguido escribió una carta donde decía que estaba “arrepentido de las cosas que hizo mal” y que “padecía una enfermedad terminal”. En esa misma misiva dirigida a sus parientes les decía además que les dejaba más de 43 mil dólares en la caja de seguridad de dicho alojamiento. A las 22 salió del lugar. Este dato se supo porque quedó filmado en las cámaras del hotel. No llevaba equipajes, iba de bermudas y remera oscura, como un ciudadano común, como un turista más. Tal vez sin saber que a las pocas horas se iba a hablar de él a nivel nacional y mundial. Testimonios clavesLa exmujer de Chueco llegó el jueves a la mañana desde Capital Federal a la ciudad de las Cataratas. Temiendo lo peor cuando llegó al hotel y al no encontrarlo, radicó una denuncia ante la Policía. Se disparó el alerta como desaparición de persona. Un status de seguridad que cambiaría drásticamente cuando el juez de Instrucción 3 de Puerto Iguazú, Orlando Rubén Lunge, a cargo de la investigación, le recepcionó declaración a cuatro testigos que afirmaron haber visto a Chueco por distintos puntos de esa ciudad, uno de ellos chofer de un colectivo y quien dijo que lo reconoció entre los pasajeros que viajaban a Foz de Iguazú (Brasil). Eso fue durante el fin de semana, cuando en paralelo un centenar de policías lo buscaban en toda la región. En toda la Triple Frontera. El pedido de Casanello Este lunes el juez federal Sebastián Casanello, al mismo tiempo en que le dictaba prisión preventiva a Lázaro Báez en la causa que investiga la ruta del dinero K, ordenaba la captura internacional de Jorge Chueco, tal como se publicó el martes.Todo indica que el abogado estaba al tanto de que era el hombre más buscado del país. Desde la ciudad de las Cataratas el fugitivo abordó un micro en dirección a Foz de Iguazú, Brasil, y de ahí por la misma vía de transporte se dirigió a Ciudad del Este (Paraguay). Luego y presumiblemente por la ruta Sexta de ese país, viajó hacia Encarnación. Eran sus últimas horas como prófugo. El conserje que le salvó la vidaAlrededor de las 15.30 el conserje del hotel cinco estrellas Le Club, ubicado frente a la costanera encarnacena miró como lo hace habitualmente el monitor de las cámaras de seguridad del predio. Más precisamente las que están ubicadas frente al lujoso complejo. Le llamó la atención un hombre que caminaba en uno de los balcones con mirada pérdida en distintas direcciones. De repente, este cliente del hotel amagó con intentar trepar el balcón del lugar. Era evidente que intentaba saltar. Rápido de reflejos el conserje llamó a la Policía Nacional. Mientras tanto fue a la habitación 409 y golpeó la puerta. “Ya salgo me estoy duchando”, respondió Chueco. El empleado del hotel insistió hasta que el cliente salió, bajando junto a él hasta la vereda del establecimiento hotelero. Los uniformados ya estaban allí. Cuando le ordenaron que se identifique dijo no tener documentaciones y llamarse “Antonio Cubilla” de nacionalidad uruguaya. Nada de esto era cierto y ante las sospechas de la Policía Paraguaya de inmediato enviaron imágenes del detenido a sus pares argentinos, quienes confirmaron que se trataba de él. El cerco que le habían tendido las autoridades y el extraño derrotero del letrado, habían llegado a su fin.Dijo que lo asaltaron Según pudo comprobar este Diario, Jorge Chueco estaba lesionado en sus piernas. Luego, ya en el Departamento de Investigaciones de Itapúa (edificio lindante a la comisaría Tercera de Encarnación), el abogado le habría dicho a los uniformados paraguayos que fue víctima de un asalto en la ciudad de Foz de Iguazú. “Me robaron casi todo lo que tenía, pero me defendí y así terminé lastimado”, habría manifestado el letrado. Se contactó con sus hijosSe pudo saber que Chueco mantuvo diálogo telefónico con sus hijos desde el hotel ubicado en la calle Francia de Encarnación y donde estuvo alojado. Una vez detenido, personal de la Dirección Criminalística de la Policía de Misiones prestó colaboración para su identificación a través de las huellas digitales. Posteriormente el hombre intentó nombrar un abogado, pero el trámite de expulsión del país ya estaba en marcha. Trascendió que Chueco estuvo a punto de realizar una curiosa petición: “asilo político”. Obviamente que esto no prosperó. Al caer la noche, Jorge Chueco fue trasladado por la Policía Nacional de Paraguay hasta la cabecera del puente internacional San Roque G
onzález de Santa Cruz. Fue notificado por las fiscalía del vecino país que había violado el artículo 81 de la Ley Migratoria, es decir ingreso ilegal al país e indocumentación. El argentino fue expulsado directamente. En ese sencillo acto las autoridades judiciales se ahorraron el largo y extenso papeleo que significaría que la Justicia de Argentina solicite su extradición. Aquí en Misiones el sistema mencionado de expulsión hizo recordar a la reciente captura de un joven acusado de asesinar a su expareja en Posadas, quien fue traído desde Encarnación con un trámite similar. Desde su lugar de detención en suelo paraguayo el abogado fue trasladado en un automóvil hasta el citado viaducto, donde fue entregado a las autoridades. En este caso Gendarmería Nacional fue quien lo llevó hasta su sede del Escuadrón 50 en Posadas, donde quedó detenido. Video: Itapúa en NoticiasFotos: M.ColmanVideo: MasEncarnación(LEA TODOS LOS DETALLES EN LA EDICIÓN IMPRESA DEL MIÉRCOLES 20 DE ABRIL)
Discussion about this post