En Eldorado cerraron unos 40 locales desde diciembre y en Posadas unos 70, según informaron las autoridades y las entidades comerciales de cada municipio. En otros lugares la situación es parecida y genera preocupación.La foresto industria ha despedido personal y reducido jornadas de trabajo durante todo el verano. Varias empresas están iniciando el procedimiento preventivo de crisis y el gremio se manifestó el alerta para evitar precarización laboral. La gastronomía también está en rojo: hoteles y restaurantes sólo mantienen a los empleados de planta permanente y se han desprendido de los contratados y temporales.Finalmente, la construcción, otro de los rubros que más empleo genera en la provincia, no logra recuperarse desde diciembre cuando bajó violentamente el número de obreros registrados. Para tener dimensión de la situación, vale recordar que en octubre pasado alcanzaba el máximo anual de catorce mil empleados registrados, luego en diciembre descendió a doce mil y para enero se desplomó a siete mil. Ahora, empresas y funcionarios de obras públicas de la provincia aseguran que no llegaría a superar los nueve mil obreros, lo cual quiere decir que todavía estamos con cinco mil empleados menos que en el mejor momento del año pasado. Para ser más contundentes, ninguno de los consultados cree que se llegue a 14 mil registrados durante este año.Desde el Gobierno nacional y provincial se busca implementar todo tipo de medidas para contener los despidos pero no es suficiente. Los empresarios, sobre todo las pymes, al ver amenazada su estabilidad económica, optan por reducir gastos y el personal no es una excepción.Hasta el momento, la primera medida que se anunció fue el subsidio de los aportes patronales, compromiso del ministro de Trabajo de la Nación, Jorge Triaca, que pretende sostener y crear nuevos puestos de empleo.La inflación produce que la gente consuma menos productos y gaste su dinero solamente en las cosas indispensables, por eso, hasta ahora, la alimentación y los supermercados son el único rubro que no registra caídas preocupantes. El resto, como los terrenos, los alquileres, los vehículos 0km, el turismo y otros productos o servicios que no son indispensables, cayeron en picada.Esta caída del consumo provoca que las empresas produzcan menos, se contraten menos servicios, se necesite menos mano de obra y se enfríe todo el aparato productivo, causando despidos, reducción de horarios de trabajo, de horas extra, no renovación de contratos, toda una situación indeseada con altísimo costo social y económico para la población.Prácticamente, durante los últimos ocho años, la Argentina atravesó un proceso de fuerte inflación, pero que se compensaba con paritarias a niveles de 30% anual promedio y una descabellada emisión monetaria que mantenía un fuerte nivel de dinero circulante, generando un circuito de economía caliente, donde cada individuo consumía rápidamente para adquirir un bien o servicio y evitar que su dinero pierda valor.Ahora todo esto desapareció: no hay más consumo, no hay emisión, no hay paritarias superiores a la inflación. El desempleo es una de las principales preocupaciones, al punto que ha desplazado a la inseguridad de las encuestas nacionales donde se miden las preocupaciones de la sociedad. A continuación, los datos de los rubros más importantes en cuanto a empleo.ComercioEl secretario general del Centro de Empleados de Comercio de Posadas, Benigno Gómez, explicó a PRIMERA EDICIÓN que “el cierre de locales en Posadas se registra en todos los rubros, pero puntualmente en el comercio, que es el nuestro, no tenemos grandes despidos que nos hagan ver una situación de crisis. Se mantienen los niveles normales. Salvo aquellos comercios que hayan tenido trabajadores en negro y ahora se hayan desprendido, que suele ocurrir pero no podemos tener registros”.“Hay casos donde se acercan a consultar al sindicato por las dudas y otros por la indemnización. Donde se está notando mucho es en los cuentapropistas, que abrieron para iniciar una actividad y después tuvieron que bajar las persianas. Pero en grandes supermercados no se registran despidos”, añadió Gómez. Recordó que “el lunes tuvimos una reunión con los delegados de distintas empresas de Posadas, algunos del interior, donde no se habló de despidos pero sí están todos muy preocupados y cuidando la fuente de trabajo. Si bien no hay despidos tampoco vemos incorporaciones”, finalizó el titular del Centro de Empleados de Comercio de Posadas.GastronómicosVirgilio “Yiyo” Acosta, titular del gremio de gastronómicos explicó que “concretamente no hay duda que bajó el consumo en todos los rubros, la gastronomía y la hotelería no escapan a esto. En Iguazú, con los problemas del dengue, sumado a las asimetrías con Brasil y Paraguay, hoy le están adelantando las vacaciones a mucha gente porque no hay actividad”.“La hotelería prácticamente no está trabajando, salvo los casos de turismo internacional que hicieron reserva hace tiempo. En Iguazú bajó una barbaridad el empleo porque casi no hay alojamiento. Los contratados y empleados temporarios para las temporadas altas, este año prácticamente no se tomó, sólo se mantienen los empleados de planta”, señaló Acosta.Para el caso de Posadas, Oberá y Eldorado, que son otros puntos de recepción de turistas, “están peor que Iguazú” porque no reciben turismo internacional y viven de acuerdo a la situación económica del país.Acosta recordó que “ya veníamos mal con el gobierno anterior, pero la devaluación de Brasil, la inflación y el freno de consumo de Argentina profundizó la crisis hotelera. En verano nos salvó el turismo del norte del país que pasó por Misiones para ir a Brasil, pero como el turismo no es algo imprescindible, la gente está viajando cada vez menos, salvo los que trabajan que necesitan alojarse y comer”.Respecto a la situación del empleo, reconoció que “hay vacaciones adelantadas de mucho personal, sólo ha quedado el personal estable en los hoteles. El caso de los restaurantes están tomando gente sólo para los fines de semana, acordando con la patronal para no ser despedidos, pero reduciendo horarios de trabajo”. “Lastimosamente mucha gente está pactando con la patronal para achicar el trabajo. También hay despidos, pero no tantos. Los trabajadores prefieren trabajar menos horas para no ser despedidos y eso acuerdan”, explicó y reconoció que “se está haciendo mucho este tipo de acuerdo”. Acosta dijo estar al tanto del mecanismo de Procedimiento Preventivo de Crisis que ofrece el Ministerio de Trabajo, para que las empresas no cierren ni despidan personal, pero beneficiándose con una reducción del 50% de los aportes patronales, y aseguró que muchas empresas lo están analizando. “Si esto sigue así, de seguro que tomarán ese camino”, indicó.Foresto industriaLas empresas forestales y los aserraderos están suspendiendo a su personal por falta de demanda desde ener
o. Lo confirmó el secretario general de sindicato de obreros de la madera de la zona Norte de la provincia, Aureliano Sánchez. Es a causa de la disminución de la actividad de las empresas, por baja demanda. Esta actividad está muy vinculada a la construcción y cuando la construcción se frena, la demanda de madera también, causando desempleo en los dos rubros, que son muy importantes para la economía de Misiones.Incluso advirtió que se teme una ola de despidos porque la mayoría de las empresas trabaja solamente dos o tres días a la semana. Los trabajadores piden más control a la madera que estaría ingresando desde Brasil, de contrabando, a precios más bajos, que afectaría a la producción local. “La construcción está paralizada en el país y eso afecta directamente a la actividad maderera. Los terciados y compensados fenólicos se usan para encofrados, al igual que la madera aserrada. En los últimos tres meses casi no se ven obras”, dijo.“Estamos en estado de alerta y movilización, sabemos que después de las suspensiones vienen los despidos”, alertó. Además de los despidos, las suspensiones y la reducción de horarios que advirtió el sindicato, el ministro de Trabajo de Misiones, Juan Carlos Agulla reconoció que “también se han detectado maniobra de empresas que se consideran competencia desleal y que fueron denunciadas por el mismo sector empresario”.Se trata de “aserraderos que tienen a sus trabajadores de nuevo con el formato de cooperativas de trabajo, que es un formato fraudulento”, explicó Agulla a PRIMERA EDICIÓN. “Ahí vamos a hacer actos concretos para demostrar que nuestra tarea y deseo es trabajo en forma regular. Esa misma referencia fue hecha por el mismo sindicato”, dijo. Explicó que “son formatos que surgen de la misma empresa que los toma, ellos encaran todo el proceso”. Puntualmente, “hay dos que fueron denunciadas, con cien trabajadores cada una, pero podría haber más”. Se trabajará con el Ministerio de Trabajo de la Nación y la Afip para las inspecciones.Doble indemnización preocupa a PymesA nivel nacional, la Came (Cámara de Medianas Empresas) advirtió que más de 120.000 despidos han provocado una fundamentada preocupación de senadores y diputados de la Nación que obliga a buscar alternativas para detener ese flagelo en el sector público y privado.Pero en esa búsqueda, hay que dimensionar que en el sector privado, y especialmente en las pequeñas y medianas empresas, esa situación ocurre por la caída en los niveles de producción provocada por la retracción en la demanda de consumo, por la casi nula demanda de inversión, por las aceleración de la inflación, y por las altísimas tasas de interés del mercado.En esas condiciones, implementar la doble indemnización crearía niveles de conflictividad alarmantes para las Pymes, especialmente en las más pequeñas, que llevarían al cierre definitivo de muchas de ellas. En este sentido, la entidad advierte que las empresas no pueden operar en una economía donde el Banco Central fija tasas de referencia del 38%. Las Pymes se están financiando al 70% anual o más, transfiriendo cotidianamente hacia el sistema financiero y especulativo una masa de recursos que deberían ir a la producción y al empleo.La Came asegura que hay empresas que no pueden resistir un ajuste tarifario brusco como el que se hizo. Entendemos que la energía es un recurso escaso y el ajuste era necesario, pero se hizo en forma brutal, sin gradualismo, dejando a muchísimas empresas mal paradas.Además, no se debe olvidar que los empresarios enfrentan una presión fiscal inédita, que asfixia y desincentiva a todo. Las Pymes están resistiendo todo lo que pueden a sus trabajadores. Resisten a pesar de los problemas serios que enfrentan. Resisten a pesar que todos los días vemos como cierra alguna nueva industria o comercio en el país, y en esa situación, la doble indemnización traería más problemas que soluciones, se indica desde la entidad.Por último, reclama que “la Argentina debe dejar de pensar en analgésicos para calmar el dolor sin tratar el problema. Lo urgente es reactivar la economía, y para eso hay que bajar las tasas de interés, implementar incentivos fiscales para impulsar la inversión y el empleo en las Pymes, y agilizar los procesos para mejorar la liquidez de la empresa y darle mayor capacidad de respuesta frente a la crisis actual”.Procedimiento Preventivo de CrisisEl ministro de Trabajo de Misiones, Juan Carlos Agulla, pidió a las empresas que no tomen decisiones de despedir, reducir horarios o cerrar en forma unilateral sino que propuso que acudan al procedimiento preventivo de crisis, que es un mecanismo que les permite reducir aportes patronales por un cierto tiempo con el fin de evitar despidos. “No queremos que el empresario haga interpretaciones erróneas al respecto de la situación económica y que tome decisiones que afecten a los trabajadores. Algunos hacen hipótesis de que viene una crisis y aprovechan para despedir personal”, señaló.En diálogo con PRIMERA EDICIÓN el ministro ofreció “que tomen el Procedimiento Preventivo de Crisis. Las empresas serias encaran este proceso para demostrar que alguna situación económica los afecta y lo pueden demostrar con su documentación. Esa herramienta la tienen en sus manos y la deben usar, no pueden tomar decisiones unilaterales que afecten la situación de los trabajadores”.Agulla admitió que hay preocupación por el empleo y que se están tomando medidas como “la cupificación de los productos de fenólicos para evitar un impacto en la producción misionera, también creemos que el gobierno va a cumplir con la promesa de enviar los recursos para obras públicas y reactivar todo lo que es Itaembé Guazú y otras obras, donde están involucrados directamente 5.000 trabajadores”.Mientras tanto, las empresas más afectadas ya están iniciando trámites para el procedimiento preventivo de crisis y acceder a los planes Repro, que ofrece un pago mensual para los obreros durante un año, si la empresa demuestra con documentación que se encuentra con problemas. El PPC obliga a las empresas a presentar anticipadamente, ante la cartera laboral, una comunicación sobre las suspensiones, despidos e incluso reducción de la jornada de trabajo por razones de fuerza mayor, causas económicas o tecnológicas, invocando causas económicas. Endeble estructuraSin lugar a dudas, el rubro más golpeado por el parate económico es la construcción, sobre todo la que viene asociada a la obra pública y que subsistió así en la última década. Desde 2003 en adelante, el número de empresas constructoras se triplicó en Misiones, llegando a más de 500 en los últimos meses de 2015. La mayoría está estrechamente vinculadas a la obra pública y son empresas que no tienen más de 15 años de historia, muchas tienen menos de diez años.Crecieron con el kirchnerismo y sus contactos políticos con la Renovación en Misiones, favorecidas por licitaciones armadas a medida y digitadas desde Arquitectura, Vialidad, el Iprodha, Yacyretá y otros organismos. Con obras,
en muchos casos, sobrefacturadas. Estas empresas no producen bienes, sino que prestan servicios y ahora que ese servicio ya no se demanda, están en situación de crisis. Sin duda, sus propietarios se han enriquecido, pero sería ilógico pensar que acudirán a sus riquezas personales para sostener un período de “vaca flaca”, que todavía no se sabe si es breve o más prolongado. Hay una importante cantidad de estos nuevos ricos de Misiones, que no son empresarios, no tienen cultura empresaria ni tampoco armaron una estructura o “espalda” que les permita sobrellevar una situación como la que están enfrentando por esos meses, por lo tanto, corren riesgo de desaparecer. Crecieron rápido pero su estructura es endeble, porque se armó de urgencia para un momento de bonanza económica. Ahora mismo, muchas empresas pymes de la construcción están vendiendo sus bienes (máquinas pesadas, camiones, camionetas) y al borde de cerrar. La situación todavía no estalló con furia porque los obreros están cobrando asignaciones familiares, seguro de desempleo y otros planes y se sostienen con changas como obras particulares, algunos cortan el pasto, otros hacen refacciones pequeñas y sobreviven como pueden.Siempre la obra pública registra un parate entre enero y febrero, pero nunca llegó hasta abril. Si la actividad no repunta, la situación social se complicará, porque la foresto industria también entrará en crisis, ya que depende de la construcción. Lo más probable es que sólo sobrevivan las grandes, con trayectoria y que tienen experiencia en sobrellevar vaivenes económicos. El resto, se achicará o desaparecerá, dejando un tendal de desempleo y pobreza. Misiones, donde más cayóLa caída de la actividad en la construcción en los dos primeros meses del año, con un impacto importante sobre el nivel de empleo, se sintió con más fuerza en Misiones y las provincias del NEA, de acuerdo a recientes informes basados en la caída en el consumo de cemento, que según la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP), fue en febrero de 9,4% a nivel país con respecto al mismo mes de 2015.El Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) destacó que “todas las regiones del país reflejan desmejoras respecto del desempeño del año anterior”, aunque el NEA se encuentra al frente de la tendencia negativa, con un 13,3% de disminución en el consumo de cemento.Las provincias con peor performance de la región fueron Misiones y Chaco, con variaciones del 18,3 y 18,1% respectivamente, en tanto que Corrientes tuvo el mejor puntaje, ya que consumió sólo 3,4% menos cemento que en el primer bimestre de 2016. En Formosa la caída fue de 7,8%.Por otra parte, el Instituto de Estadísticas y Registros de la Industria de la Construcción (Ieric) describe la crítica situación del primer bimestre: el consumo de cemento cedió 9,4% interanual, “la mayor baja desde diciembre de 2012”.Asimismo, el Ieric señala que la baja acumulada en los últimos tres meses (-13,6%) constituye la caída más intensa verificada en la serie que se inicia en 2008 y que el NEA evidenció la mayor caída de la cantidad de trabajadores registrados. Cayó 16,4% respecto a diciembre y 34,9% en los últimos 3 meses; explica un cuarto del total de la destrucción de puestos de trabajo a nivel nacional. En Misiones y Chaco 22,7% y un 21,9% por debajo de lo observado un mes atrás, respectivamente. Si la comparación se efectúa en relación a octubre último, se verifica que la contracción llega al 47,5% en Misiones y al 39,7%, en Chaco.
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