El Turismo Nacional disputó la cuarta fecha de su campeonato en el autódromo Rosendo Hernández de San Luis, donde se produjo el regreso de Carlos Okulovich a los primeros planos de la Clase 3. El volante obereño ganó una de las series de la mañana y logró el segundo puesto en la final, resultado que esperaba hace tiempo y que pudo concretar por primera vez en la temporada con el Focus del equipo de Pepe Martos.La competencia final quedó en manos de Juan Marcos Angelini (Vento), quien partió desde la primera posición y dominó las acciones de principio a fin. Las emociones sucedieron desde el segundo puesto hacia atrás, donde Okulovich sufrió en los giros iniciales con el embate de Leonel Larrauri, hasta que el piloto del Civic sufrió una rotura en el tren trasero y dejó camino libre al misionero.Después, todas las miradas fueron a la lucha que protagonizaban varios en la lucha por el tercer y cuarto puesto, con sobrepasos y el ruido a chapa que sólo propone el TN.El tercer lugar quedó finalmente en poder de Fabián Yanantuoni (308), cuarto finalizó Guillermo Ortelli (Cruze), quinto Bruno Bosio (Focus), sexto Fabián Pisandelli (Cruze), séptimo Emanuel Moriatis (Focus), octavo Esteban Tuero (Focus), noveno Ezequiel Bosio (Focus) y décimo Juan Pipkin (Cruze).La alegría llegóOkulovich no ocultó su felicidad por volver al podio en el TN. “Desde que entré al equipo de Pepe Martos sabía que los resultados no iban a tardar en llegar. No se nos dio en las carreras anteriores, pero llegó acá en San Luis. Por suerte ayer pudimos aprovechar la clasificación y ganar la serie. En la final largué muy bien, pude ponerle el auto a la par a Angelini en la curva 1, pero me guardé porque era muy difícil pasarlo ahí. Traté de correrlo toda la carrera, pero íbamos muy parecidos. Estoy contento y agradecido a todo el equipo y a los sponsors, este podio es para ellos, mi familia y todos los misioneros”, expresó Carlitos.Una liebre lo dejó afueraEl misionero Juan Pablo Koch también vivió un fin de semana con un protagonismo fuerte en San Luis, pero increíblemente una liebre lo dejó sin nada.Juampy había ganado la serie más rápida el sábado y largó primero en la final de la Clase 2. En un escenario muy veloz y que siempre le cayó bien, el de Alem lideró la carrera por cinco vueltas. Sin embargo, cuando nadie lo esperaba, una liebre cruzó la pista y el Clio no pudo esquivarla. El golpe produjo la rotura del radiador de aceite del auto de Koch y no hubo otra que abandonar.Será una de esas historias increíbles que Juampy tendrá para contar a sus nietos, en la que también podrá decir que “el auto funcionó muy bien y que estaba para ganar”.La prueba fue ganada por Pedro Boero (Renault Clio) y completaron el podio Federico Alonso (Chevrolet Corsa) y Pablo Ortega (Fiat Palio).“Cuando pegó la liebre perdí rendimiento y cayó la presión de aceite. Paramos para no romper”, dijo.
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