Las veinte familias desalojadas el 27 de abril de un lote del corazón de la chacra 189 (entre avenidas Centenario, 115, Alem y Monseñor D’Andrea) ayer se movilizaron reclamando la presencia del Gobierno y del juez César Yaya para lograr una solución habitacional. Reclaman que alguien responda por el modo en que fueron desalojados.Pasaron las noches más frías de lo que va del año en la calle. Hace diez días apenas descansan en las carpitas instaladas sobre la avenida 115 y Centenario de esta ciudad.“A un vecino discapacitado de 90 años lo sacaron de la casa y tiraron su silla de ruedas al barro. Él quiso quedar en el acampe, ayer (por el miércoles) tuvimos que internarlo y falleció. Ahora no podemos ni siquiera conseguir cómo llevarlo a enterrar a Concepción de la Sierra donde también está su esposa”, explicó a PRIMERA EDICIÓN Joaquín Pedrozo, un vecino. “De parte del Gobierno nadie apareció, nos desalojaron como perros de nuestras casas”, señaló Romina Maidana, que vive allí hace años. “Con el desalojo se perdieron cosas valiosas que cuesta conseguir, garrafas, ropa, algunos documentos, los cuadernos de la escuela”, resaltó.Sin respuestasDe las veinte familias desalojadas “no todas estaban viviendo en el lote que reclaman los dueños, entonces estamos construyendo las casas de nuevo en ese otro terreno”, dijo Maidana. Elvira Álvarez (32), manifestó: “Necesitamos un lugar digno donde vivir. Nosotros vamos a pagar con nuestro trabajo”.Consultado al respecto, el secretario de Regularización de Tierras y Agua de la Municipalidad de Posadas, Jorge Atencio, dijo a PRIMERA EDICIÓN que “en Posadas hay muchas familias en esta situación” y que “estamos trabajando con la gente que tiene muchos años en estas condiciones. Formamos la comisiones Pro tierra y trabajamos en forma organizada, explicando cuales son sus derechos”.Puntualmente en este caso, indicó que “ellos tendrían que ir al Iprodha a anotarse al registro de situaciones de emergencia. Y mientras tanto volver a su lugar de origen”.Infancias en riesgoEn total son cerca de 50 los bebés y niños que hace diez días duermen en las carpas en plena calle. Algunos están yendo a la escuela, otros deben faltar porque quedaron sin ropa o perdieron sus útiles. Las madres cocinan en una precaria mesita en la vereda del Caps. Lo que más necesitan para los chicos son zapatillas y abrigos.Una mañana trágica“Eran las 7 de la mañana. Mi nena se había ido a la escuela -Nº 645, que queda sobre 115 y Alem- y yo estaba en la cama con las gemelas -son sus hijas menores, tienen tres años y sufren problemas respiratorios- porque hacía mucho frío. Escucho el patrullero. La Policía comienza a golpear a la puerta”, así lo recordó Elvira Álvarez, una joven madre de seis hijos que hoy sueña con terminar la secundaria. Este año cursa su quinto año. “Fue muy difícil cursar, al principio iba con las gemelas en el coche. y no voy a dejar porque quiero recibirme para poder conseguir un mejor trabajo”, recalcó.Retomando el relato del desalojo, indicó “me avisan que tenía que salir de la casa. Yo no quería pero me dijeron que tenía que salir sí o sí. Entonces les dije que tenía que llevar a mis hijas a la casa de mi mamá, porque no pueden estar en el frío”, contó. “A los que no salían les sacaban a tirones. Quedaron nuestras cosas en el piso”, dijo. Luego los operarios empujaron las casas que cayeron nomás, porque son de madera.
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