"Yo amo a Shirley Valentine" es la obra que se presentó el domingo a las 21 en el auditórium del Instituto Montoya, con el protagónico de Betiana Blum, quien previamente dialogó con PRIMERA EDICIÓN y destacó el clásico de una comedia que deja mensajes tanto a las mujeres como a los hombres. “Es una obra que va donde los seres humanos van, entonces refleja ese mundo de los adultos donde hay horarios y roles. El tema es identificarse con eso, sin descuidar el rol y la profesión donde se es un ser vivo, sin olvidar que debemos ser felices”, dijo con mucha alegría observando a Posadas desde el balcón del Hotel Continental.La comedia mundialmente aclamada y escrita por el prestigioso autor británico Willy Russell, cuenta la experiencia de un ama de casa que aprende a encontrarse a sí misma. “No es una obra para entender sino para sentir, la protagonista habla muy simple y cuando habla de sexo te morís de risa, porque manifiesta las distintas épocas, los hijos, la amiga feminista, el marido, es un todo. Y actuando todos los personajes es donde hay un avance, porque la obra tiene una historia de éxito y lo notable es que el público acompaña con aplausos esos logros. Es muy lindo lo que pasa en la sala, porque todo se da para que sea un disfrute”.Shirley es una mujer harta de una vida rutinaria en la que su marido casi no le habla y donde ella es la madre, la esposa, la vecina y ya no recuerda quien era Shirley Valentine. “La gente se puede reír mucho y eso lo lleva a reflexionar, pero no desde el dolor, sino el relajarse el reírse y entender que estamos viviendo una vida donde necesitamos ser felices. Para mí el personaje marca algo importante: el corazón late y estamos respirando, entonces eso indica que somos felices. El personaje marca que se debe vivir de una manera sencilla”, dijo Betiana al destacar que ese personaje la marca de una manera importante ya que aprende a vivir la vida “sin tantos rollos”.Con todo el amor y ternura termina hablando con la pared para no enloquecer cuando una amiga la invita a Grecia. Deja todo y huye sin imaginarse lo que le espera en ese viaje que la llevará “y nos llevará” por las preguntas que nos pueden sacar de una vida “sin vivir” y llevarnos a la plenitud de ser nosotros mismos.“Siempre me dicen que el personaje me queda como anillo al dedo, pero a veces me río mucho porque entiendo que me mato trabajando para logar que mi personaje sea vivo, un ser humano. Es lo que aprendí en teatro desde mis inicios”, indicó. A la vez manifestó que el teatro es importante en su vida, porque es el indicador de todo lo que hace como profesional.“Siempre trato de que ningún personaje me atrape tanto, arriba del escenario trabajo y me apasiono. Pero debajo del escenario sólo me apasiono, para mí la profesión tiene un sentido, con el objetivo puntual puesto en el público, siempre quiero que la gente se lleve algo muy lindo. Sobre todo que la gente se lleve algo lindo en su corazón”, contó al hablar de la experiencia que tiene con cada uno de los personajes que representó a lo largo de su carrera actoral.Betiana se muestra agradable y feliz, eso lo manifiesta en cada uno de sus roles. Esta noche será Shirley y junto a ella ese carisma de obra que tiene varios disparadores emocionales.
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