Los vecinos de las chacras 55, 56, 57 y 58, que forman parte del amplio barrio denominado Alta Gracia, expresaron su preocupación por la reaparición de los casos de “arrebatos” y robos que se producen -incluso- a plena luz del día, como así también por la rotura de la totalidad de los juegos infantiles situados en la plazoleta Aparicio Almeida, ubicada en Tomás Guido y Andresito.Se trata de uno de los lugares considerados como “zona caliente” por los especialistas en materia de seguridad, por la cercanía con la terminal de colectivos que le permiten a los “cacos” una rápida huida y con destino a los diversos barrios, lo que dificulta el accionar de la policía. “Hasta que llegan (los policías), cuando uno los llama por teléfono, ya pasaron varios minutos y casi siempre los autores de los robos terminan corriendo hacia la terminal de ómnibus, allí se pierden entre la gente o se suban a algún colectivo”, indicó Roberto G., vecino que reside hace veinte años en el ahora poblado barrio.“Conozco el lugar desde que era casi monte, la avenida Tomás Guido de Tierra y fui viendo cómo se fueron levantando la mayoría de las casas. Esto de los robos no es nuevo, ocurre que salimos a los medios a denunciar esta situación y recién allí suele mejorar la ronda de patrulleros, porque están robando a plena luz del día y a la noche sí que es complicado”, apuntó Roberto G.Los vecinos se reúnen una vez al mes con el objetivo de mejorar -principalmente- los servicios de alumbrado público, podas de árboles, el estado de las calles internas y los juegos de la plazoleta Aparicio Almeida.Otro de los vecinos, Hugo L., que también prefirió mantener su apellido en reserva, explicó que “resulta insólito esto de tener que ocultar el apellido porque a los que salieron a denunciar los casos de robos después terminaron siendo visitados nuevamente por los amigos de lo ajeno. Coincidencia o no pero genera mucha suspicacia”. Inmediatamente agregó que “de día roban a los que vuelven de hacer compras o a los chicos que regresan de la escuela, en especial celulares y billeteras, hasta incluso a punta de pistola o cuchillo. De noche la cosa ya es más peligrosa, porque rondan las casas y se meten como si nada. Casi siempre andan entre dos o tres, incluso durante el día golpean las manos en forma reiterada en las casas, como para saber si hay alguien adentro o no”.Plazoleta destruidaComo lo publicara PRIMERA EDICIÓN en otras oportunidades, la plazoleta Aparicio Almeida es el lugar clave indicado por los vecinos. “Allí se juntan los grupos, es el punto de encuentro y nadie puede ir a correrlos, sólo la policía. Observan los movimientos, saben bien quien sale de su casa y además se ubican en los corredores (de la plazoleta) por donde la gente debe pasar sí o sí cuando anda caminando”, detalló Romina M., quien además dio otro detalle saliente. “Rompieron todos los juegos de la plazoleta que habían sido reparados. No es la primera vez, llevó mucho tiempo para que arreglen y en poco tiempo los destrozaron. El motivo? Es que así nadie lleva a sus chicos a jugar allí y disponen de todo el tiempo para ellos solos”. Y como si esto fuera poco, Romina M. apuntó que “hay muchas farolas del alumbrado público que no funcionan y árboles que crecieron considerablemente y tapan casi por completo a esas farolas. En conclusión, hay cuadras a oscuras casi por completo. Así, después de las 20 se vuelve muy peligroso andar por la zona. Sólo pedimos mayor control, presencia policial, un placero, algo, que nos ayuden. A esta altura nadie quiere hacer la denuncia porque hay que ir hasta la comisaría decimotercera que queda lejos y siempre tienen el mismo discurso, que no tienen personal y tampoco móviles. Pagamos los impuestos, estamos a metros de la terminal de ómnibus y las autoridades deberían brindarnos más seguridad”.
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