El abogado Eduardo Paredes, en defensa de Pablo Julio Paz, detenido por su presunta participación en el cuádruple homicidio de la familia Knack, pidió la nulidad del requerimiento fiscal de elevar la causa a juicio oral y público por gruesas falencias de formas que afectan el derecho a defensa y las garantías del debido proceso. Aunque no llegó a ese extremo, la defensa del mecánico Marcial Alegre acompañó esa postura en los fundamentos de la apelación al pedido de elevación a debate realizado por la fiscal de Instrucción 2 de Oberá, Myriam Estela Silke.Si bien Paredes ahonda en las razones que lo llevaron a plantear la nulidad, ambas defensas coincidieron en que la representante del Ministerio Público realizó una mera descripción de lo acontecido el 25 de mayo de 2014 en Panambí y un repaso de las declaraciones de los testigos, sin valorar ni precisar las pruebas e hipótesis acusatorias que la llevaron a sostener que los tres detenidos participaron en el hecho.“Es por esa razón que el incumplimiento de las formas que debe tener esta pieza, en lo que hace a la descripción del hecho, acarrea una nulidad de carácter absoluto…”, reza un párrafo del recurso presentado por Paredes.Y agregó: “La pieza no describe en forma clara, precisa y circunstanciada la conducta atribuida -en forma individual- a cada uno de los imputados”.En la óptica del letrado “el requerimiento es, en verdad, un ejercicio de argumentación” y en este sentido; Silke describió y transcribió pero no argumentó.La defensa de Pablo Julio Paz no se adentró al corazón de la acusación sencillamente porque considera que no es clara; más bien inexistente.“No es posible contestar o responder tal requerimiento, tampoco debatir dogmáticamente la imputación simplemente porque no se ha explicitado como se subsume normativamente su atribución o imputación. Y esta omisión nulifica absolutamente la pieza procesal”.El dato no es menor. La estructuración de un auto de requerimiento de elevación a juicio es como el ABC para todo Ministerio Público. Paredes no sólo denunció esta situación, sino también lo que considera una investigación tendenciosa, proclive a considerar solamente las hipótesis acusatorias que se circunscriben y cierran alrededor de los tres detenidos e imputados en la causa:?Julio Pablo, Juan Godoy y el mecánico Marcial Alegre.Punto decisivoEn este sentido citó un aspecto para él clave en la investigación, basado en el testimonio que efectuó Cristian Knack en el hospital Madariaga, días antes de que su corazón latiera por última vez.El muchacho, de 22 años, relató que, tras escapar del fuego, salió a la ruta provincial 5, y vio un VW Bora detenido a la altura de su casa. Se acercó y vio a Paz sentado en el asiento trasero.En este punto Paredes revela lo que, a su entender, sucedió. Y cita la declaración de Franco Emiliano García; quien expresó en sede judicial: “El día 25 de mayo me fui en mi vehículo particular al km 4. Estábamos de a tres, había ido a llevarle a un compinche, Yoni Rutdke, a la casa y regresé con Sebastián Bielas. Que cuando Yoni (sic) quedó en la casa, regresamos para el km 8. Al llegar al aserradero de Knack, veo a una persona que se dirigía de la casa hacia la ruta, se paró en medio de ella e hizo señas para que pare, pero pasé unos cien metros y di la vuelta en la ruta. Regresé para ver quién era esa persona…”.Y prosiguió: “Ya bajando la velocidad de la marcha de mi auto llegamos donde estaba esa persona. Enciendo la luz del auto y veo que éste estaba todo golpeado, sangrando en las manos, yo paro en la banquina; ahí se acercó a la ventana del acompañante y mi compañero bajó la ventana; esta persona queda mirando sin decir una palabra. Lo único que hice fue continuar con la marcha de mi auto unos metros más adelante, regresando para el km 4 y de ahí llamo a la Policía…”. Paredes concluyó entonces que “a quien vio Cristian Maximiliano Knack al salir fuera de la vivienda es al automóvil de Emiliano García, a quien identifica junto a Bielas como ‘los mismos que entraron a casa’. Fue Emiliano García junto a Sebastián Bielas los que realizaron la denuncia policial de lo que observaron en el ‘aserradero de Knack”.Un segmento llamativo del requerimiento hace alusión a la descripción que habría hecho Cristian Knack del exprefecturiano Paz: “flaco, alto, tez trigueña, pelo negro…”; cuando el acusado es gordo y semicalvo.
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