VILLA?BONITA. Un exgendarme misionero sobre el que pesaba un pedido de captura internacional por escapar de la prisión de máxima seguridad de Marcos Paz, donde se encontraba detenido por el crimen de un policía federal, fue detenido ayer por la mañana a pocos kilómetros de Oberá, después de más de un año y medio de cinematográfico escape.El misterio y la preocupación acabaron ayer alrededor de las 9 en un camino vecinal de Villa Bonita, en el centro provincial, donde efectivos de la Brigada de Investigaciones de la Unidad Regional?II de la Policía provincial interceptaron a Leandro (31). Días atrás habían recibido un oficio judicial proveniente de Capital Federal que indicaba que el sospechoso merodeaba la zona donde nació y tiene familiares. Y era cierto.PRIMERA EDICIÓN pudo saber que el exgendarme permanece ahora en una comisaría obereña bajo una fuerte custodia, en virtud del grado de peligrosidad que reviste su presencia en la mencionada dependencia. Se trata de un preso de extrema peligrosidad.El nombre de Leandro se hizo tristemente famoso el viernes 17 de mayo de 2013, cuando por la noche protagonizó un raid delictivo en el barrio porteño de Villa Crespo que acabó con la ejecución de un efectivo de la Policía Federal de 26 años y padre de tres hijos. El caso tuvo trascendencia nacional y conmocionó al país entero (ver “Una ejecución despiadada…”).Aunque intentó escapar y argumentó ser víctima de un robo para justificar las heridas que presentaba cuando lo atraparon, al excabo de Gendarmería Nacional finalmente lo traicionaron las innumerables pruebas en su contra, que determinaron que en agosto de 2013 fuera procesado por los delitos de “homicidio agravado por haber tenido como finalidad procurar la impunidad para sí y haber sido perpetrado contra un miembro de la fuerza policial en razón de su función, robo con arma de fuego, robo simple en tentativa, y portación de arma de guerra sin autorización legal”.El juicio por el crimen del agente Héctor Domínguez Fernández debía iniciarse unos pocos meses después, pero entonces?Leandro volvió a ocupar las portadas de los medios nacionales: increíblemente se fugó de la prisión de Marcos Paz, de máxima seguridad, tras violentar el cerco perimetral y luego de enfrentarse cuerpo a cuerpo con un penitenciario al que logró desarmar.El escape se produjo cerca de las 19 del jueves 24 de octubre de 2013 y, desde entonces, el exgendarme misionero desapareció de la faz de la tierra.Los trabajos de inteligencia lo ubicaron en uno y otro lado, hasta que finalmente en mayo pasado el?Tribunal?Oral en lo Criminal 28 de Capital Federal elevó un oficio a Oberá con información clasificada que indicaba que Leandro había regresado a sus pagos.Por eso es que los investigadores de la UR-II montaron una rápida investigación con vigilancia encubierta que rindió frutos ayer por la mañana, cuando el exuniformado caminaba por un camino vecinal con destino incierto.Pese a que amenazó a los uniformados que lo rodearon e intentó resistirse, no tuvo tiempo. Terminó esposado y alojado en una comisaría, que abandonará en las próximas horas. Es que las autoridades llevaban adelante anoche los trámites para que sea trasladado nuevamente a una prisión de máxima seguridad.
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