Colmando la platea de la sala Horacio Quiroga, su bandeja superior y cuanto lugar había disponible en el Centro Cultural Vicente Cidade, la gente puso marco al festejo por los 25 años de continua actividad. Fue una celebración nada común en homenaje a quienes prestan sus nombres a las salas del complejo de Belgrano y General Paz de Posadas y cuya culminación fue el descubrimiento de una placa en la que consta la imposición del nombre de Ismael Fernández al escenario del Cidade. Homenajeados En ese contexto, los primeros invitados fueron Horacio Quiroga, Vicente Cidade y Ermelinda Aranda de Odonetto, para que juntos ofrecieran el tributo que se brindó al creador de la letra de la Cantata del General Indio, el oratorio El Obrero de Dios, Heridos y Cicatrices (para Rigoberta Menchu Tum), con música de Ricardo Ojeda y José Luis Larzábal), en ese orden y entre otras obras inéditas y que esperan edición y musicalización.Sumó su aporte la Orquesta Folclórica de la Provincia, dirigida por Juan Carlos Costa, grupo que, con la voz de Vanessa Avellaneda, interpretó Costera (de Vicente), y Ciclón Federal (de Ismael), y con el violinista Diego Salazar Henning ofrecieron Zorzal Tempranero, de Vicente y, como bis, Misionero y Guaraní, de Alcibíades “Alci” Alarcón cantando Vicente Olguín y Tucho González.Luego Abel Pérez en flauta, Claudio Mayorga y Milva Cofre en violines, Shirly de la Torre y Néstor Rodríguez en cello, dirigidos por José Luis Larzábal y con la participación de Luisa Lucero en el recitado, se unieron para interpretar fragmentos de la obra dedicada por Ismael Fernández a Rigoberta Menchú. Volver a vivir Una fantasía teatral breve pero emotiva revivió para los presentes a la mayoría de los que dan sus nombres a las salas del CCVC. Estuvo basada en un guión de Carlos Zarza Machuca con la colaboración de Aníbal Silvero, Mel Ferreyra, Gonzalo Herrera y Esteban Abad, de la Sade filial?Misiones. La producción de Ivana Roth y la dirección compartida por Agua de Río, Silvina Warenycia y Claudia Luque.Quiroga fue Bruno Vázquez, Vicente reapareció de la mano de Jorge Vega, Carolina Gularte rescató a “Doña Chiquita” Odonetto y Manuel Ávalos trajo a Ismael Fernández a recibir la placa que señala que el escenario del Cidade se llama ahora “Ismael Fernández”. Fotos: M. Colman
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