El combustible representa uno de los costos más influyentes en toda la cadena de producción de cualquier actividad y si el precio se modifica, es imposible que el artículo de este rubro pueda tener una estabilidad económica. Pero además, el combustible está presente en todas las estructuras de costo porque igual que la electricidad, se utiliza en todo el proceso de producción, transporte y circulación de los productos.Los argentinos en los últimos años, en la última década más precisamente, nos hemos acostumbrado a vivir con dos o más incrementos del precio de las naftas en cada año, una situación totalmente irregular que se ha vuelto normal y que muchas veces no tiene explicación razonable, más allá de los disparates económicos, impositivos y financieros.PRIMERA EDICIÓN realizó un trabajo de investigación que recopiló el precio de la nafta Súper (la más vendida del país) en las diferentes etapas y sus variaciones, desde diciembre de 2008 hasta mayo de 2016.Para tener una dimensión de lo vertiginoso que fue el proceso de aumentos de combustibles en Misiones -que va de la mano del proceso inflacionario y la devaluación del peso argentino- podemos recordar que en el año 2008, el precio de la nafta Súper en Misiones era de 2,92 pesos. Por lo tanto, con 100 pesos se lograban comprar 34 litros de nafta, más de medio tanque. Y por menos de 150 pesos se llenaba un tanque.Nuestra fortuna entonces era la envidia de los brasileños, paraguayos y chilenos que pagaban prácticamente el doble. En la frontera era usual encontrar las estaciones de servicios llenas de vehículos con patente de otro país. En Misiones, principalmente paraguayos y en menor medida brasileños.En mayo de 2016, ocho años después, el precio de la nafta Súper en nuestra provincia se disparó a 19,79 pesos -con la última suba aplicada este mes, la cuarta del año- y ahora 100 pesos sólo sirven para comprar cinco litros de nafta Súper. La suba en este período fue de siete veces, quiere decir que la inflación para la nafta fue más de 700%, en solamente ocho años.En la actualidad, para llenar el tanque de un vehículo mediano, se necesitan aproximadamente unos 900 pesos.Lo más llamativo es que en todo este proceso de crecimiento del precio del combustible en la Argentina, y a contramano, en el resto del mundo fue disminuyendo el valor del petróleo, que es la materia prima indispensable para la elaboración de naftas y gasoil.El problema que se genera a partir de la suba del combustible es que todas las otras actividades sufren el reacomodamiento y lo trasladan a los precios de sus productos. Son muy pocas las que absorben el aumento de las naftas y si lo hacen una vez, a la siguiente acompañan el incremento. Entonces, los materiales de construcción, los alimentos y bebidas, la electrónica, indumentaria, la madera, el comercio y todos los rubros necesitan del combustible para transportar sus productos. Por lo tanto, si gastan más en combustible, trasladan ese costo al precio final de sus productos, conformando una cadena de encarecimientos difícil de frenar, porque no tiene principio ni fin donde cortar.En el país, la cantidad de litros de combustible viene cayendo progresivamente mes a mes, ya que el valor de las naftas no permite usar el vehículo tan seguido como antes.Las estaciones de servicios se oponen permanentemente a estos aumentos, ya que cada vez hay menos ventas y un alto riesgo de cierre de los surtidores. “No se puede aumentar de esta manera desaforada, lo único que hace es disparar la inflación”, dijo la presidenta de la Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina (Fecra), Rosario Sica, luego de la última suba registrada a principio de mayo. La líder de los estacioneros llamó a la reflexión: “Este aumento es una locura, (Mauricio) Macri se está equivocando, porque los combustibles ya aumentaron un 30% en cuatro meses. Y así no se baja la inflación, un compromiso de su Gobierno”.Por su parte, el presidente de la Cámara de Estaciones de Servicios y Afines del Nordeste (Cesane), Faruk Jalaf, indicó a principio de mayo que “creímos que el anterior iba a ser el último incremento de los combustibles, ya que estábamos por encima de los precios que tienen los países limítrofes, pero resulta que volvió a subir y ahora la gente está cruzando la frontera a cargar”.Efectivamente, luego del último incremento, en Paraguay y Brasil el valor de la nafta Súper y del gasoil es más conveniente que en Misiones, por ejemplo: la nafta Súper en Paraguay cuesta 14,50 y en Brasil 16 pesos. La Premium cuesta 17 pesos aproximadamente en los dos países. En Argentina la Súper casi llega a 20 pesos y la Premium 21,50. El gasoil en Paraguay vale 15,70 pesos y en Brasil 12,70; en tanto que en Argentina 17 pesos.Devaluación de 100 pesosEl proceso de suba de los combustibles está directamente relacionado a la pérdida de valor del billete argentino. El violeta, de 100 pesos, pasó a ser un papel codiciado hace algunos años a ser prácticamente desechable hoy en día.El economista Roberto Cachanosky analizó el ritmo de depreciación del billete de máxima nominación. Un papel de 100 pesos en el año 2003, al año siguiente pasó a valer 94,3 pesos en términos de poder de compra, al siguiente descendió otro escalón a 83,9 y cayó a 76,4 en el siguiente, y desciende al fin del mandato del presidente Néstor Kirchner en 2007 a 60,8, al acelerarse la inflación ese año de 9,8 a 25,7%.Con la llegada de Cristina Kirchner el proceso logra sostenerse en un ritmo de deterioro por año de 23 a 28%, sólo atenuado a 14,8% con la mini recesión de 2009. Pero se intensificó en el último año al volar los precios promedio de la economía 38,5%, lo que redujo el valor del billete de 100 pesos de 2003 a menos de 13 pesos de entonces. Esto significa que los bienes y servicios que hoy cuestan 100 pesos, once años atrás se los obtenía con sólo 12 pesos.Otra forma de analizar el deterioro del poder adquisitivo del peso es compararlo con la cotización del dólar en la plaza local. Así, mientras que en 2003 con 100 pesos se podían adquirir en forma libre y legal, en un banco o casa de cambio, 33 dólares, doce años después apenas alcanza para menos de 7 dólares.
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