En un partido con mucho más corazón que cabeza, los protagonistas de la final del año pasado reeditan un duelo intenso y friccionado, carente de ideas y organización e incluso con ciertas falencias técnicas, pero acompañado por un impactante marco de público que colmó el estadio de Santa Clara (San FRancisco, California).En ausencia de Lionel Messi por lesión, Argentina cedió esta vez la posesión de la pelota a su rival, pero dispuso de las ocasiones más claras para abrir el marcador en la primera mitad, sobre todo una en la cabeza de Gaitán, reemplazante de la "Pulga", que rechazó el travesaño y varias en los pies de Higuaín, Di María y Mercado.Por Chile, las mejores chances llegaron a partir de errores en la salida de Funes Mori, especialmente un disparo de Alexis Sánchez que tapó Romero milagrosamente Romero en el ecuador de la primera etapa.El equipo de Martino entró dormido y desorientado al complemento, lo que mantuvo el peligro sobrevolando su arco en el arranque, pero cuando peor la pasaba, Ever Banega robó una pelota en media cancha y habilitó a Di María, que esta vez sí pudo sacar su poderoso zurdazo que se fue adentro del arco rival y se convirtió en el 1-0.Otra vez Banega fue protagonista a los 13, cuando sacó un disparo -en una posición similar a la del "Fideo" en el primer gol- para marcar el segundo, que "planchó" a los chilenos y permitió a la Albiceleste controlar más el partido a pesar del empuje -sin mucha claridad-del rival e incluso poder ampliar la cuenta de contra. El descuento del exBoca José Fuenzalida fue anecdótico, ya que llegó en el tercer y último minuto de descuento y ya no quedó tiempo para más.Con este triunfo, Argentina lidera las posiciones de la zona D junto a Panamá, que en primer turno derrotó a Bolivia por el mismo marcador, con dos goles de Blas Pérez (uno de ellos en la recta final del partido) por uno de Juan Arce.Precisamente los panameños serán los próximos rivales de los argentinos, el próximo viernes a las 22:30. Antes, a las 20:00, se medirán Chile y Bolivia con la obligación de un triunfo para no quedar al borde de la eliminación.
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