César Luis Antúnez estaba comprando pan en un negocio de su barrio cuando el homicida le dio un tiro a la altura del corazón. No tuvo oportunidad de defenderse, cayó desvanecido sobre la avenida del barrio Chesny.Los vecinos intentaron socorrerlo. Pero, poco pudieron hacer, <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/222912/joven-murio-baleado-mientras-compartia-la-noche-con-otros.html">el muchacho de 22 años llegó al hospital sin vida</a>. En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Sixta Flores, madre de la víctima, contó: “Mi hijo salió a comprar pan y no volvió a casa. Defendió a su amigo y lo mataron. Pido a Dios que guíe a los policías y encuentren al culpable, porque nadie va a devolverme la vida de mi hijo, ni con toda la riqueza del mundo, era un muchacho joven con toda una vida por delante”.Y pidió:?“Quiero justicia, no esperen que haya otra muerte. Nadie quiere perder un hijo injustamente. No entiendo por qué le hicieron esto a mi hijo. Yo esperaba a mi hijo para abrazarlo y no verlo muerto. Que la Ley lo meta preso al culpable”.Por su parte, Ramón Leiva, tío del joven manifestó: “Tenemos entendido que fue una riña en la calle, no sabemos bien qué ocurrió pero pedimos que estos hechos no vuelvan a ocurrir”.En un partido de fútbolDe acuerdo a datos preliminares, horas antes del asesinato, César Luis se encontraba en una cancha del barrio Chesny junto a un grupo de jóvenes, quienes se disputaron un partido de fútbol. Al parecer fue allí donde se originó el conflicto ya que la víctima habría mantenido una discusión con su presunto agresor.Los contrincantes, incluso, se habrían atacado con golpes de puños. Pero la riña finalizó minutos después. Horas más tarde, César Luis salió de su casa y caminó hasta un negocio donde se encontraba, al parecer, con un amigo. Siguiendo el relato de los pesquisas, el homicida al verlo fue en busca del arma de fuego y al cruzarse con la víctima, apuntó y disparó. Fue un solo tiro, certero, el cual acabó con la vida del muchacho. Ante la gravedad del hecho, el agresor escapó con el revólver pero durante la fuga el arma se le cayó. La Policía incautó un revólver calibre 22 con cuatro vainas servidas y cuatro cartuchos sin percutar. Fotos: Gentileza A. Smialkowski
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